La sociedad rural en Andalucía
Eduardo Moyano Estrada

Las políticas europeas para la igualdad de
oportunidades
Soraya Rodríguez Ramos

El Alto Guadiato
De la mina a la dehesa

Parque periurbano de Los Villares
Una valoración económico-ambiental

La bodega de Federico Schatz
Vino ecológico de la Serranía de Ronda

11
Revista de Desarr
ollo Rural. Primavera 2003
Asociación para el
Desarrollo Rural de Andalucía
Documentos
Los recursos
cinegéticos
en Andalucía

Certificación forestal FSC
aeca, promoción del
ooperativismo en Andalucía

Entrevista
Manuel Pezzi

"En España no hay cultura
de capital-riesgo"

tierra sur









11
S U M A R I O
Edita
ARA
(Asociación para el Desarrollo
Rural de Andalucía
)
Edificio Eurocei
Autovía Sevilla-Coria del Río km. 3,5
41920-San Juan de Azanalfarache (Sevilla)
Tel. 954 179 2 10
Fax 954 179 2 18
Apar tado de correos 76
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Con la colaboración y financiación
Consejería de Agricultura y Pesca
Junta de Andalucía
C/ Tabladilla s/n
41071 Sevilla
Tel. 955 032 000
www.cap.junta-andalucia.es
Presidente
Miguel Castellano Gámez
Vicepresidentes
José Álvarez Molino
Mercedes Fernández Sanz
Secretario
José Lancha Aranda
Tesorero
Rafael Moreno Segura
Vocales
María Dolores Muñoz Pérez
José Manuel Alonso Mar tínez
Ana Chacón Carretero
Luis Romero Acedo
Rafael Sicilia Luque
Juan Caballero Leyva
Juan Fernández Batanero
Juan Antonio Millán Jaldón
Manuel Molina Lozano
Juan Antonio Mar tín Benítez
Editor
José María Sánchez-Robles
Producción
Edinexus Multimedia
Diseño
Índigo
Portada
Fotografía de José Ignacio Ñudi Marianas
Impreso en España
Depósito legal
D.L.M. 979-98
OPINIÓN
4
Soraya Rodríguez Ramos
Las políticas europeas para la
igualdad de opor tunidades
8
Eduardo Moyano Estrada
La sociedad rural en Andalucía
16 ENTREVISTA
Manuel Pezzi
"En España no hay cultura de
capital-riesgo"
21 Publicaciones
24
DOCUMENTOS
Los recursos cinegéticos en las
zonas rurales andaluzas
30 COMARCAS
Alto Guadiato
EXPERIENCIAS
34 Certificación forestal FSC
38 Valoración económico-ambiental
del parque periurbano de Los
Villares
40 Faeca, promoción del
cooperativismo en Andalucía
42 La bodega ecológica de Federico
Schatz en la Serranía de Ronda
45 GRUPOS DE DESARROLLO DE
ANDALUCÍA
Direcciones
4
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Revista de Desarr
ollo Rural. Primavera 2003
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Asociación para el
Desarrollo Rural de Andalucía
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os Grupos de Desarrollo Rural han empezado a recibir el dinero de los
programas Leader y Proder, lo que representa una magnífica noticia para el mundo rural andaluz,
pero hay otras no tan buenas en relación con la reforma de la Política Agraria Común, que en ge-
neral se considera negativa para los intereses del campo español. Hoy por hoy, la agricultura sigue
siendo el eje de la actividad en gran parte de la Andalucía rural, y cualquier modificación legislativa
que ponga en peligro su mantenimiento podría tener consecuencias económicas negativas. De to-
das formas, en algunas comarcas ya han surgido otras actividades con capacidad para alcanzar un
gran desarrollo, incluso por encima del sector agropecuario, aunque sean las menos. Es importan-
te tener claro cuáles son los puntos fuertes, los sectores con posibilidades, de cada comarca y apos-
tar firmemente por ellos. Y es fundamental que la información sobre el trabajo que realizan los Gru-
pos de Desarrollo se conozca bien, en sus comarcas y también más allá, en las ciudades, en todos
los lugares donde pueda surgir algún emprendedor o inversor.

El objetivo de mantener la población rural debe ser prioritario pero no exclusivo. Hoy hay mu-
chos jóvenes y no sólo jóvenes que podrían crear empresas en el medio rural si supieran que
cuentan con importantes apoyos, con asesoramiento y con la experiencia de personas que llevan
años trabajando sobre el terreno desde los Grupos. No es fácil hacer llegar la información al desti-
natario ideal, pese a que se invierten grandes esfuerzos en ello. Por eso es necesario insistir una y
otra vez. Uno comenta en el café entre gente con buena formación lo extraordinaria que es tal co-
marca, de preciosos paisajes y amplias posibilidades de desarrollo, y puede que nadie haya oído si-
quiera hablar de ella. ¿Cómo es posible? Hay que dar a conocer las comarcas, y hay que explicar
muy bien qué recursos principales tiene cada una para que la gente con iniciativa y capacidad de en-
tusiasmo descubran las posibilidades que se les presentan.

Cambios en la Junta Directiva de ARA
El pasado 13 de marzo ARA procedió a la renovación de cargos en su Junta Directiva, en el trans-
curso de una Asamblea General Extraordinaria celebrada en la Diputación de Córdoba. El nuevo pre-
sidente de ARA es Miguel Castellano Gámez (GDR Poniente Granadino); los vicepresidentes son Jo-
sé Álvarez Molino (GDR Condado de Jaén) y Mercedes Fernández Sanz (GDR Sierra Morena Cor-
dobesa); secretario, José Lancha Aranda (GDR Guadalteba), y el tesorero, Rafael Moreno Segura,
(GDR Aljarafe Doñana).

E D I T O R I A L
La información necesaria

primavera 2003 · tierra sur
5
Tratados y Derecho Derivado
En el derecho comunitario se recogía ini-
cialmente el principio de igualdad de re-
muneración sin discriminación por razo-
nes de sexo en el art. 119 del Tratado de
Roma. Tan limitada base legal no impidió
que la Comisión Europea impulsara des-
de principios de los años 70 directivas,
programas e iniciativas de financiación, a
la vez que abanderaba campañas de sen-
sibilización. El asidero del artículo 119
TCE resultó así ser el útil fundamento
jurídico sobre el que se fue abriendo ca-
mino la política europea de la igualdad
de género.
En efecto, en términos de Derecho de-
rivado se han logrado progresos significa-
tivos en tanto en cuanto las Directivas han
fomentado cambios radicales en legislacio-
nes, actitudes y prácticas. Además, la ju-
risprudencia del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas ha contribuido a
construir, delimitar y precisar los conceptos
de igualdad de oportunidades, igualdad de
trato, no discriminación, discriminación
positiva, etc.
Sin embargo, hay que esperar hasta la
entrada en vigor del Tratado de Amster-
dam, el 1 de mayo de 1999, para que el
acervo comunitario se nutra de una serie
de disposiciones jurídicas muy novedosas
gracias a las cuales la Unión Europea dis-
pone, en la actualidad, de una importante
serie de instrumentos que son apropiados
para abordar una estrategia específica y
adecuada a favor de la igualdad entre los
hombres y las mujeres.
De forma esquemática, la protección de
la igualdad de género queda como sigue:
1. La igualdad entre hombres y muje-
res se ha convertido en misión prioritaria
para la Unión Europea. Así, en el artícu-
lo 2 del Tratado, entre el conjunto de ta-
reas que ha de desempeñar la Comunidad,
se menciona específicamente "la igualdad
entre hombres y mujeres", a renglón seguido del "de-
sarrollo armonioso, equilibrado y sostenible de las
actividades económicas...". Por tanto, la igual-
dad figura entre los objetivos de la Comu-
nidad y dispone de base jurídica propia.
2. El principio de igualdad de retribu-
ción por un trabajo igual se ha ampliado
al de igualdad de retribución por un tra-
bajo de igual valor. A la Directiva
75/117/CEE de 10 de febrero de 1975, se
superpone ahora el artículo 141.1 y 2 del
Tratado que establece el principio de igual-
dad de retribución entre trabajadores y tra-
bajadoras no sólo por un mismo trabajo si-
no también por un trabajo de igual valor.
3. La UE dispone ahora de competen-
cias para adoptar medidas a favor de la
promoción de los derechos de las mujeres y
para la implantación de la igualdad en el
ámbito del empleo y la ocupación. En vir-
tud del artículo 137.1 (apartado 5), la Co-
munidad participará activamente en la pro-
moción de la igualdad de oportunidades en
el mercado laboral y la igualdad de trato en
el trabajo. El artículo 141.3 persigue la apli-
cación de estos principios incluido el de
igualdad de retribución citado anteriormen-
te. En la práctica esto significa que, a partir
de ahora y con el objetivo de conseguir la
igualdad, se podrán promulgar directivas,
que obligan a los Estados miembros, en to-
das las esferas de la vida laboral. En ambos
casos se adoptarán las medidas derivadas por
la vía del procedimiento de codecisión (con
el Parlamento) y para su adopción bastará
la mayoría cualificada en el seno del Conse-
jo. Además, según el artículo 13 del Tratado
CE, el Consejo, a propuesta de la Comisión
y previa consulta al Parlamento Europeo,
podrá adoptar acciones contra la discrimi-
nación por razón de sexo. A diferencia del
supuesto anterior, las medidas derivadas del
artículo 13 requieren la unanimidad en el
Consejo. En este caso, el Parlamento sólo
tendrá derecho a ser oído. El edificio se co-
rona con la capacidad para adoptar medidas
de acción positiva. De acuerdo con el artí-
culo 141.4, los Estados miembros tienen ca-
pacidad para poner en marcha medidas que
ofrezcan ventajas concretas al sexo menos
representado en el ejercicio de actividades
profesionales o a evitar o compensar des-
ventajas en sus carreras profesionales.
4. El principio de integración de la di-
mensión de igualdad de oportunidades
entre mujeres y hombres (mainstreaming)
ha quedado recogido en el Tratado. La in-
clusión del artículo 3.2 supone que el prin-
cipio de igualdad entre hombres y mujeres
deberá presidir la totalidad de la acción
multidisciplinar de la UE. En todas aquellas
actividades y políticas enumeradas en el
artículo 3.1 (son todas las necesarias para la
consecución de sus fines), la Unión deberá
tratar de eliminar las desigualdades y pro-
mover la equiparación de derechos y opor-
tunidades entre los hombres y las mujeres.
Así, el mainstreaming ha quedado integrado
en el Tratado de la CE. El objetivo es ga-
rantizar que la igualdad se incorpore a to-
das las políticas y se convierta en un rasgo
común de la acción comunitaria.
Las políticas europeas para la
igualdad de oportunidades
L
a situación de las mujeres en las zonas rurales es aún peor de
lo que arrojan las cifras oficiales, si se toma en cuenta el nú-
mero de ellas que desean ejercer una actividad profesional pero
que no han solicitado formalmente un empleo, es decir, que
quedan fuera de las estadísticas del paro.
Soraya Rodríguez Ramos
Vicepresidenta de la Comisión de
Agricultura del Parlamento Europeo
Fotografías del libro "Semillas de Progreso"
Editado por la CAP Junta de Andalucía
Mujer y desarrollo rural
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nomía, (por ejemplo, política fiscal, finan-
ciera, económica, educativa, de transporte,
de investigación y social).

Mujer y desarrollo rural
El concepto de transversalidad, o si se quie-
re mainstreaming, consiste en tener en cuen-
ta de forma sistemática las diferencias en-
tre las condiciones, situaciones y necesi-
dades de las mujeres y de los hombres en
el conjunto de las políticas y acciones co-
munitarias.

En el caso de la PAC, al menos en cuan-
to a su formulación se refiere, la transver-
salidad brilla por su ausencia. Con esto, no
quiero decir que se desconozca que entre
los destinatarios de esta política hay mu-
chas mujeres, sino que, salvando las dispo-
siciones del Reglamento de Desarrollo Ru-
ral, la normativa de mercados no incluye
referencias a las cuestiones de género tan
presentes en el primer pilar de la PAC (po-
lítica de mercados) como en el segundo
(desarrollo rural).

Las mujeres desempeñan un papel clave
en el mantenimiento del tejido social de
las comunidades rurales. Sin embargo, las
políticas de desarrollo rural han tardado
mucho tiempo en reconocer en su justa
medida la aportación y el papel de las mu-
jeres en el mismo. Es muy común evocar la
necesidad de reconocer a las mujeres como
"recursos humanos primordiales" y, en con-
secuencia animarlas a ser más "activas" en
términos económicos. Y al contrario, se
podría deducir que las mujeres no activas
en el mercado oficial de trabajo no partici-
pan en la vida económica y disponen de
tiempo libre que podrían consagrar a al-

gún cometido "útil". En el medio rural esta
afirmación es totalmente errónea.

Está comprobado que en el medio rural
el paro afecta mucho más a las mujeres que
a los hombres. Si se toma en cuenta el nú-
mero de mujeres que desean ejercer una ac-
tividad profesional pero que no han solici-
tado formalmente un empleo, es decir fuera
de las estadísticas del paro, la situación de
las mujeres en las zonas rurales es aún peor
de lo que arrojan las cifras oficiales.

La baja integración de las mujeres rura-
les en la economía y el nivel elevado de
paro femenino se derivan de una serie de
causas:

· Actitudes tradicionales en cuanto al
papel asignado a hombres y mujeres.
· Nivel de formación y cualificación
profesional.
· Escasez de empleos para la mujer en
el medio rural.
· Escasez de infraestructuras que difi-
cultan el acceso de las mujeres al mercado
de trabajo, tales como: medios de trans-
porte, guarderías, escuelas, infraestructu-
ras sanitarias, centros de cuidado de la ter-
cera edad, etc.

De hecho, las mujeres realizan diferen-
tes tareas, tienen cada vez más responsabi-
lidades y trabajan más horas que los hom-
bres. Las mujeres del medio rural, las agri-
cultoras en concreto, disponen de menos
tiempo libre que las mujeres del medio ur-
bano y menos tiempo libre que los hom-
bres del campo.

La mujer rural realiza simultáneamente
las tareas de la casa y cuidado de los hijos;
en el pueblo suelen ser el motor de los ser-
vicios sociales y culturales (muchas en régi-

men de voluntariado); y, desde el punto de
vista económico, cuando no trabajan por
cuenta ajena o de manera autónoma, lo ha-
cen en la explotación agrícola o en la em-
presa familiar. Sin embargo, están poco im-
plicadas en la toma de decisiones a nivel lo-
cal y regional e incluso de la gestión de la
explotación o empresa familiar. Y esto, en
cierta medida, porque su participación en
las tareas del hogar no sólo les quita tiempo
para dedicarse a ese tipo de actividades sino
que facilita la participación masculina. El
desigual reparto de tareas entre hombres y
mujeres constituye un importante obstáculo
a la igualdad entre ambos en el medio rural.

La actividad agraria que queda reflejada
en las estadísticas oficiales se ciñe esen-
cialmente a las tareas realizadas por hom-
bres como el trabajo manual y las activida-
des de gestión. La larga lista de labores
asociadas a la agricultura que suelen reali-
zar las mujeres no cuenta en numerosas
ocasiones como actividad agraria y que-
dan relegadas a la mera categoría de labo-
res domésticas.

No obstante, el empleo `oficial' --a me-
nudo un puesto de trabajo a tiempo com-
pleto o parcial en la industria de transfor-
mación alimentaria-- está sustituyendo las
actividades agrarias no remuneradas. Los
cambios experimentados por la agricultura
en los últimos años están dando paso al fe-
nómeno del aumento del número de explo-
taciones cuyas titulares son mujeres: los
hombres buscan trabajo fuera de la explota-
ción para completar los ingresos proceden-
tes de la misma y transmiten la propiedad a
las mujeres. Esta aparente mejora contrasta
con la situación de las mujeres que prestan

En síntesis, en el nuevo* Tratado la
igualdad entre el hombre y la mujer se
convierte en uno de los objetivos de la Co-
munidad (artículo 2), la eliminación de las
desigualdades debe ser tenida en cuenta en
todas las políticas (mainstreaming, artícu-
lo 3) y el artículo 13 prohíbe toda discri-
minación por razón de sexo.

Además, la Comunidad tiene compe-
tencia para legislar y adoptar acciones en
todo lo que se refiere a igualdad de trato
en el empleo (artículos 137 y 141). La lec-
tura combinada de estos artículos atribuye
una nueva función expresa a las institucio-
nes para luchar contra toda discriminación
fundada en el sexo y proporciona una base
para una estrategia de la Comunidad en el
ámbito de la igualdad, pero siempre dentro
de los límites de las competencias atribui-
das a la Comunidad por el Tratado tal y
como lo recoge el artículo 13.

Programas de acción
Considerando que la aplicación de las le-
yes no basta, por sí sola, para promover la
igualdad de oportunidades en la vida coti-
diana, la Comisión se esfuerza, a través de
programas de acción plurianuales sucesi-
vos (ha presentado ya cinco) concebidos y
aplicados en asociación con los Estados
miembros, por promover acciones concre-
tas destinadas a fomentar la igualdad entre
mujeres y hombres.

*La autora se refiere al Tratado de Amsterdam.
ARA Tierra Sur recibió este artículo antes de la en-
trada en vigor del Tratado de Niza.

El Cuarto Programa de Acción Comu-
nitario (1996-2000) se lanzó oficialmente
en Dublín el 7 de octubre de 1996. Preten-
día integrar la igualdad de oportunidades
en la definición y en la aplicación de las
políticas pertinentes, en el ámbito comu-
nitario, nacional y regional (mainstrea-
ming). Mediante el apoyo metodológico,
técnico y financiero a proyectos cuyo ob-
jetivo fuera la identificación y el desarrollo
de buenas prácticas, la transferencia de in-
formaciones y experiencias, la observación
y el seguimiento de las políticas pertinentes
y la realización de estudios, y gracias a la
difusión rápida de los resultados de las ini-
ciativas emprendidas, el Cuarto Programa
de Acción definía cinco objetivos priorita-
rios: 1. La movilización de los agentes de la
vida económica y social para promover la
igualdad de oportunidades, 2. Fomento de
la igualdad de oportunidades en una eco-
nomía en proceso de cambio, 3. La conci-
liación de la vida profesional y familiar, 4.
La mejora de las condiciones de ejercicio
de los derechos a la igualdad; 5. El apoyo
de la aplicación, el seguimiento y la eva-
luación de las acciones encaminadas a la
consecución de estos fines.

EL Quinto Programa Marco (2001-
2005) parte con un nuevo enfoque para
conferir mayor relevancia al amplio abanico
de actividades comunitarias existentes des-
tinadas a establecer la igualdad, y garantizar
su coherencia global al detectar los solapa-
mientos, aumentando así su eficacia y ha-
ciéndolas más visibles dentro y fuera de la
Comisión. Una estrategia marco global que
pretende garantizar también que los resul-
tados puedan seguirse y difundirse mejor.

En el Capítulo de los Fondos Estructurales esta-
blece una serie de acciones para promover la igualdad:
· Proponer una comunicación de la Co-
misión sobre la aplicación de la integra-
ción de la igualdad en los nuevos docu-
mentos de programación, poniendo de re-
lieve las mejores prácticas.

· Mejorar la integración de la igualdad
en los Fondos Estructurales y sus iniciativas
comunitarias (por ejemplo, EQUAL, Inte-
rreg, Urban y Leader). Reforzar los meca-
nismos de cooperación dentro de la Co-
misión para supervisar la aplicación de la
integración del factor de igualdad.

· Aportar financiación a escala comuni-
taria para acciones de información y sensi-
bilización destinadas a fomentar la igual-
dad entre las mujeres y los hombres en el
marco de los Fondos Estructurales, e im-
pulsar a los Estados miembros a que con-
tribuyan con su ayuda. Desarrollar vínculos
entre las acciones financiadas por los Fon-
dos Estructurales y las medidas de desarro-
llo rural subvencionadas por la sección de
garantía del FEOGA y otras políticas co-
munitarias que también promueven la
igualdad entre los sexos.

· Apoyar la no segregación del merca-
do de trabajo, en concreto mediante la ini-
ciativa comunitaria EQUAL de recursos
humanos.

· Apoyar la creación de una red de per-
sonas responsables, en cada Estado miem-
bro, de las cuestiones relativas a la igualdad
en los Fondos Estructurales.

Como objetivo operativo: Concebir es-
trategias para fomentar la integración de
la igualdad en todas las políticas que ten-
gan repercusiones sobre la mujer en la eco-

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as mujeres del medio rural,
las agricultoras en concreto,
disponen de menos tiempo libre
que las mujeres del medio
urbano y de menos tiempo libre
que los hombres del campo

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· tierra sur · opinión
la sociedad rural, a tener en cuenta la pers-
pectiva de género en todas las fases de im-
plementación de las políticas de desarrollo
rural y en los aspectos multifuncionales de
la PAC.

Este es, en lo que a la agricultura se re-
fiere, el último documento oficial al res-
pecto. El tener "rango" de conclusiones del
Consejo supone ya un avance ante las dis-
persas declaraciones de intenciones y las
breves publicaciones de la Comisión de las
que se dispone hasta la fecha.

Conclusión
Nadie pone en duda el peso específico de
la mujer en la sociedad rural. "Las mujeres
constituyen la espina dorsal del desarrollo
rural en todo el mundo", con esta frase ini-
ció el responsable de agricultura de la Co-
misión Europea, Sr. Fischler, su interven-

ción en el III Congreso Mundial de la Mu-
jer Rural celebrado en Madrid el día 4 de
octubre de 2002. Si se examina un poco el
material disponible sobre esta cuestión du-
rante un periodo de unos diez años, los
contenidos varían poco. La problemática
de base ha sido identificada y analizada
desde hace mucho tiempo. A pesar de los
avances realizados y del reconocimiento
general de su cualidad de "motor" de la vi-
da rural, los problemas persisten.

Eso sí, se va disponiendo de un listado
de casos ejemplares que, como lo bueno
es enemigo de los mejor, por desgracia son
eso: excepciones que confirman la regla.

A mi juicio, `la escasa participación de la
mujer en la toma de decisiones' es la síntesis
de todos las dificultades de las mujeres en el
medio rural. En él se resumen causas y con-
secuencias que año tras año se identifican y

numeran en uno u otro foro de debate. No
es novedad, y así se ha venido diciendo
durante años, que la responsabilidad últi-
ma de la promoción de la igualdad en los
programas de desarrollo recae sobre los Es-
tados miembros. La UE establece el marco
financiero y asigna los recursos (FFEE e Ini-
ciativas) con arreglo a determinados crite-
rios. Pero, a partir de ahí es competencia
de los Estados miembros y las regiones in-
cluir las medidas en sus programas de de-
sarrollo rural. Son pues las autoridades na-
cionales y regionales las encargadas de in-
cluir la perspectiva de género en sus pro-
puestas. Y para realizar esta tarea deben
fomentar la creación de organizaciones y
asociaciones de mujeres en las zonas rura-
les que canalicen la opinión de quien co-
noce como nadie la problemática sobre el
terreno.

su colaboración a las empresas y explota-
ciones agrarias familiares y que suelen care-
cer de estatuto profesional, remuneración
independiente o seguridad social propia.

Acciones europeas en el ámbito rural
Muchas de las mejoras de las que se han
beneficiado las mujeres del ámbito rural son
consecuencia directa de los programas eu-
ropeos. La base legal establecida en el Tra-
tado de Amsterdam para la incorporación
de la perspectiva de género en todas las po-
líticas y programas de la UE constituye una
obligación tanto para los Estados miembros
como para las Instituciones comunitarias.

Desde la misma perspectiva horizontal,
se debe citar de nuevo La estrategia Marco
Comunitaria para la igualdad de género entre muje-
res y hombres (quinto programa marco)
2001-2005, con la que se pretende esta-
blecer un marco en el cual todas las activi-
dades de la Comunidad alcancen el objeti-
vo de eliminar las desigualdades y promo-
ver la igualdad.

En un plano vertical, el Reglamento
1260/99 por el que se establecen las dispo-
siciones generales sobre los Fondos Estruc-
turales expresa que los mismos deben con-
tribuir a eliminar las desigualdades y pro-
mover la igualdad entre hombres y mujeres
en el marco de su política de mejora de la
cohesión económica y social.

Especial mención dirigida al Reglamento de
desarrollo Rural 1257/99, aprobado con el
paquete de la Agenda 2000 y las Iniciativas
Comunitarias
El Reglamento 1257/1999 en el que se
agrupan las acciones comunitarias de desa-

rrollo rural, establece que `deben apoyarse
las medidas que tengan por objeto la eli-
minación de las desigualdades entre hom-
bre y mujeres y el fomento de iguales
oportunidades para ambos'.

En cuanto a las iniciativas Comunita-
rias, aunque la Agenda 2000 redujo su nú-
mero de trece a cuatro, es preciso citar la
ya desaparecida NOW, que se utilizó en
gran medida para fomentar la formación, la
creación de empleo y los proyectos de
ayuda a las empresas destinados a las mu-
jeres rurales.

Las cuatro iniciativas comunitarias: IN-
TERREG III, EQUAL, URBAN y LEA-
DER+ apoyan la igualdad de oportunida-
des entre hombres y mujeres: Específica-
mente LEADER+ apoya ya prioritariamen-
te las estrategias que tengan por objeto un
incremento de las oportunidades de em-
pleo y otras actividades para las mujeres.
En este sentido, sus antecesoras LEADER I
(1991-1993) y LEADER II (1994-1995)
han dado ya a las mujeres la posibilidad
de participar en proyectos de desarrollo
rural. Se cuenta ya con experiencias de éxi-
to en el ámbito del turismo rural, de la
puesta en valor de las especialidades agro-
alimentarias locales y de la artesanía.

Durante el semestre de Presidencia Es-
pañola, el Consejo de agricultura de la UE
mantuvo varios debates en torno a "La vital
contribución de las mujeres al desarrollo
rural" sobre la base de un memorándum
presentado por la Presidencia y que el
Consejo aprobó en un documento de con-
clusiones en su reunión de 27/5/2002.

En el citado documento, el Consejo de
Agricultura de la UE insta a los Gobiernos a
que reconozcan en sus políticas de desarrollo
rural la función de las mujeres para mejorar
su nivel de vida, asegurar un empleo y los
servicios básicos e impulsar la propia socie-
dad rural. Anima a los Estados miembros a
efectuar un análisis previo de las políticas,
de la legislación, de las estrategias y de los
proyectos de desarrollo, antes de su adop-
ción, con el fin de velar por que no sean dis-
criminatorios para las mujeres y que contri-
buyan en la mayor medida posible a promo-
ver la igualdad de género. Esto implica un
diagnóstico in situ de las funciones, de las ne-
cesidades y de las motivaciones de las muje-
res y de los hombres, así como de una estra-
tegia que tenga en cuenta este diagnóstico.

En fin, una serie de conclusiones en las
que se insta tanto a las autoridades nacio-
nales como a las comunitarias, pasando por
el reconocimiento del papel de la mujer en

e
l desigual reparto de
tareas entre hombres
y mujeres constituye un
importante obstáculo
a la igualdad entre ambos
en el medio rural

10
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· tierra sur · opinión
primavera 2003 · tierra sur
11
y económica del agricultor, la estructura
de sus explotaciones, su hábitat de resi-
dencia o sus orientaciones productivas.
Tres tipos de respuesta pueden destacarse
en los agricultores andaluces: pasiva, con-
servadora y activa o innovadora (ver Cua-
dro nº 2).

Los pequeños agricultores, a la
búsqueda de un equilibrio de rentas
De un lado, se encuentra un sector de pe-
queños agricultores ­formado por titulares
de explotaciones familiares poco compe-
titivas­ que han logrado un cierto equili-
brio gracias a la combinación de distintas
fuentes de renta: las que provienen de la
actividad desarrollada en su explotación
agraria; las que derivan de las ayudas di-
rectas de la PAC; las que proceden de la
pluriactividad realizada por los miembros
de la familia como asalariados en la agri-
cultura o en otros sectores; y las que pro-
ceden de las distintas prestaciones sociales
del Estado (pensiones, subsidios de desem-
pleo, ayudas asistenciales,...). Para este gru-
po ­que desempeña un papel fundamental
en el dinamismo y vitalidad de muchas zo-
nas rurales andaluzas y que sería condena-
do a la exclusión si se aplicara sin correc-
ciones en esas zonas el modelo agrícola
centroeuropeo­, el actual contexto de
cambio les ofrece nuevas oportunidades en
la medida en que el poder público continúe
estando presente a través de sus políticas
de intervención, ya que sin tales mecanis-
mos de protección difícilmente podrían re-
producirse socialmente como agricultores.
Su percepción del cambio no puede decir-
se que sea traumática, ya que su situación
actual no es peor que la que tenían en épo-

cas anteriores, cuando la emigración era su
principal salida. Su actitud ante el cambio
es, no obstante, una actitud pasiva, limi-
tándose a confiar en la continuidad de las
diversas políticas públicas (ver de nuevo
Cuadro nº 2).

Los agricultores conservadores, en pos
de las ayudas directas
De otro lado, se encuentran agricultores
con explotaciones de tamaño medio y
grande, que se limitan a seguir una estrate-
gia conservadora de recogida de las sub-
venciones públicas provenientes de la PAC,
subvenciones que, junto a los ingresos ob-
tenidos por la venta de sus producciones
en el mercado, les han venido garantizan-
do su reproducción social con el mínimo
coste y sin apenas riesgo. El carácter trau-
mático del cambio para este grupo radica
en la perspectiva, cada vez más real y cer-
cana, de que tales subvenciones se recorten
e incluso desaparezcan, y en la amenaza
con que viven la apertura de los mercados,
una apertura para la que no se sienten pre-
parados. La actitud de este grupo es una
actitud conservadora, que se refleja en el
repliegue corporativista que experimenta
para defender derechos adquiridos (ver de
nuevo Cuadro nº 2).

Los agricultores emprendedores, a favor
del riesgo y la innovación
Finalmente, junto a este segundo grupo
marcado por el conservadurismo, se obser-
va un grupo innovador de agricultores ­re-
clutado de los diferentes segmentos de la
estructura social agraria­ que viene intro-
duciendo cambios importantes en sus ex-
plotaciones. Así, encontramos agricultores
que optan por nuevas orientaciones pro-

ductivas ­por ejemplo, cultivos bioenergé-
ticos o destinados a la industria textil o far-
macológica­ y que aprovechan las opor-
tunidades que les ofrecen las nuevas tecno-
logías para mejorar la gestión de sus ex-
plotaciones. También encontramos agri-
cultores que desarrollan actividades no
agrarias en sus explotaciones (turismo rural,
cinegética, forestación, granjas escuela,
etc.) como fuentes complementarias de
renta en el marco de las nuevas políticas de
desarrollo rural. Asimismo, se observan in-
teresantes iniciativas de agricultura soste-
nible en la utilización de los recursos natu-
rales, ya sea con el fin de explotar de forma
más equilibrada los suelos agrícolas, o con
la finalidad de utilizar de modo más racio-
nal los insumos químicos reduciendo los
costes de producción. Este sector innova-
dor se muestra consciente de la compleji-
dad de los cambios que experimenta la
agricultura y de su nueva posición ­ya no
hegemónica­ en las agendas públicas, res-
pondiendo a ese contexto con actitudes no
corporativistas ni de repliegue e involu-
ción, sino de apertura a las nuevas oportu-
nidades que se les ofrece. Más que protec-
ción, reclaman del sector público informa-
ción y formación para ayudarles a adap-
tarse a la nueva situación de mercados
abiertos, así como incentivos para abordar
proyectos de reconversión en sus explota-
ciones (ver de nuevo Cuadro nº 2).

Los asalariados agrícolas, entre la
asimilación y la reconversión
Junto a los agricultores y en estrecha rela-
ción de dependencia con ellos, se encuentra

Desde hace dos décadas, la agricultura y el
mundo rural de Andalucía vienen experi-
mentando importantes transformaciones en
los ámbitos económico-productivo y so-
ciocultural. Algunas de ellas son resultado
de su propio dinamismo interno, mientras
que otras han sido impulsadas por los cam-
bios socioeconómicos, culturales y políticos
que, a nivel más amplio, tienen lugar en
nuestro entorno europeo. Aunque tales
transformaciones están en consonancia con
las tendencias que se observan en otros paí-
ses, presentan en Andalucía singularidades
que deben ser tenidas en cuenta a la hora
de definir las políticas futuras en nuestra
Comunidad Autónoma (ver Cuadro nº 1).

Una agricultura integrada en el territorio
Desde el punto de vista económico, la agri-
cultura continúa siendo un pilar funda-
mental para el desarrollo del sector agroa-
limentario andaluz y un elemento de gran
importancia para el equilibrio territorial y
la dinamización de las zonas rurales de An-
dalucía. Las transformaciones experimen-
tadas por la agricultura andaluza en el te-
rreno productivo, con importantes aumen-
tos de productividad, convierten al sector
agrario andaluz en un sector imprescindi-
ble para el desarrollo de las industrias agro-
alimentarias. Asimismo, la amplia exten-
sión de la actividad agraria en el conjunto
de la región la convierten en una actividad
necesaria para el mantenimiento de un
mundo rural vivo y dinámico en Andalucía.
Sin embargo, la creciente liberalización del
comercio internacional y la progresiva re-
ducción de las tradicionales políticas pro-
teccionistas crean un nuevo marco de refe-

rencia en la agricultura andaluza, obligan-
do a los agricultores y sus organizaciones
profesionales y cooperativas a modificar
sus estrategias. A ello, se unen los cambios
en las demandas de los consumidores y las
mayores exigencias en el terreno de la cali-
dad y seguridad de los alimentos, así como
en el de la protección del medio ambiente,
cambios que plantean a los agricultores el
reto de la innovación y la competitividad,
un reto que ha de afrontarse aprovechando
las oportunidades que les ofrecen los avan-
ces experimentados en el campo de la tec-
nología y las nuevas orientaciones de la
política agraria reflejadas en la Agenda
2000 europea (ver Cuadro nº 1).

Una sociedad rural diversa y plural
Desde el punto de vista social, y en con-
sonancia con los cambios económico-pro-
ductivos antes señalados, la sociedad rural
de Andalucía presenta una profunda hete-
rogeneidad interna, observándose en ella
formas diversas de percibir el actual pro-
ceso de cambio y actitudes distintas ante
el mismo. De todos los elementos que ca-
racterizan en la actualidad a la sociedad
rural andaluza, tal vez el de mayor impor-
tancia sociológica sea el de la creciente
complejidad de su estructura social. Di-
versos factores, vinculados al contexto de
cambios antes mencionado, convergen pa-
ra hacer de la sociedad rural andaluza una
sociedad compleja y diferenciada en la que
junto a los actores tradicionales ligados a
la actividad agraria (agricultores, asalaria-
dos agrícolas y sus distintas formas aso-
ciativas) actúan grupos de intereses no
agrarios que imprimen un nuevo dinamis-

mo y perciben de modo diferente los pro-
cesos de cambio en curso.

Los agricultores, entre la pasividad y la
innovación
Tal como han puesto de manifiesto algunos
trabajos de investigación referidos al con-
texto de la UE pero cuyas conclusiones
pueden aplicarse de un modo más específi-
co a Andalucía, el proceso de cambio que
experimenta la agricultura como sector de
actividad y los agricultores como grupo so-
cial está teniendo lugar a través de diversas
rupturas (demográficas, territoriales, am-
bientales, alimentarias...) que cuestionan
con más o menos radicalidad el sistema de
referencia económico y social que les ha
servido de guía en las últimas décadas. Si
bien ese proceso de cambio crea también
nuevas oportunidades, la primera impre-
sión es que los agricultores están inmersos
en una fuerte crisis de identidad, acompa-
ñada de una buena dosis de incertidumbre
y desconcierto. No obstante, y aunque és-
te sea un sentimiento bastante generaliza-
do entre los agricultores, se observa que,
en lo que se refiere a Andalucía, a la hora
de afrontar los problemas que les afectan,
sus respuestas no son homogéneas, sino
que suelen estar marcadas por la plurali-
dad, reflejando con ello la realidad de una
estructura social agraria, como la andaluza,
cada vez más compleja y diferenciada. De
ahí que el nuevo marco de oportunidades
que les ofrece el actual contexto de cambio
sea percibido e interpretado de modo dife-
rente por los agricultores andaluces, siendo
también diferentes sus respuestas depen-
diendo de variables como la posición social

O

P

I

N

I

Ó

N
Eduardo Moyano Estrada
Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA)
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Córdoba
[email protected]
Fotografías de Carlos Serrano
p
arece conveniente que
las actuaciones en materia de agricultura
se coordinen con los programas de desarrollo
rural, de forma que converjan en el objetivo
final de la segunda modernización de
la agricultura y el mundo rural de Andalucía
La sociedad rural en Andalucía
UN DIAGNÓSTICO


12
ara
· tierra sur · opinión
primavera 2003 · tierra sur
13
Cuadro 2º
·
Respuestas de los agricultores andaluces
Pasiva
Conservadora
Innovadora
· Titulares de pequeñas
explotaciones poco competitivas
· Pensiones, subsidios
· Ingresos procedentes de
actividad agraria
· Rentas familiares de actividades
no agrarias
· Ayudas PAC
· Positiva
· El cambio como oportunidades
creadas por el Estado del
bienestar
· Estatalista
· Asistencialista
· Multifuncionalidad
· Titulares de medianas y grandes
explotaciones extensivas
· Ayudas PAC
· Ingresos procedentes de la acti-
vidad agraria
· Ingresos procedentes de activi-
dades profesionales no agrarias
· Negativa
· El cambio como amenaza
a derechos adquiridos y pérdida
de status e influencia en la socie-
dad rural
· Defensiva
· Tradicional
· Repliegue corporativista
· Perfiles diversos
(titulares de pequeñas, medianas
y grandes explotaciones)
· Fuentes diversas (agricultura,
desarrollo rural, programa
agroambiental,...)
· Ingresos procedentes de la
actividad agraria
· Ayudas PAC
· Positiva
· El cambio como oportunidad
para emprender proyectos
innovadores (agricultura
integrada, agricultura ecológica)
· Activa, emprendedora
· Multifuncionalidad
· Abierta a otros grupos
de la sociedad rural
Perfil-tipo de
agricultor
Fuente principal renta
(por orden de
importancia)
Percepción
del cambio
Actitud ante
el cambio
Cuadro nº 1
·
Contexto de cambios en la sociedad rural andaluza
Ámbitos
Elementos del contexto de cambio
· Pérdida de importancia de la agricultura como actividad productiva
· Importancia de la actividad agraria para la dinamización del tejido social
· Pluriactividad y externalización de las labores agrícolas
· Desarrollo de las telecomunicaciones y mejora de las infraestructuras en el medio rural
· Desarrollo de nuevas actividades de servicios
· Emergencia de una nueva élite empresarial imbuida de una lógica no asistencialista
· Emergencia de actores locales ligados a las políticas sociales (sanidad, enseñanza, servicios sociales,...)
· Recuperación de lo local
· Glocalización (global-local)
· Emergencia de los valores postmaterialistas
· Paradigma del desarrollo sostenible
· Nueva estructura de oportunidades (simbólicas y culturales) para los espacios rurales
· Acuerdos OMC sobre liberalización del comercio internacional
· Proceso de construcción europea (ampliación al Este, Agenda 2000)
· Incorporación de nuevas políticas en la agenda de la UE (debilitamiento de los intereses agrícolas)
· Acuerdos de asociación con los países de la ribera sur del Mediterráneo (partenariado euromediterráneo)
· Nuevos principios reguladores de las ayudas públicas (equidad, modulación, eficiencia)
Cambios
socioeconómicos
Cambios
culturales
Cambios
políticos
un importante
sector de asala-

riados agrícolas, tradicionalmente
caracterizado por mostrar una
fuerte cohesión en torno a la rei-
vindicación de tierras y la reforma
agraria, pero que hoy presenta

importantes elementos de diferenciación
interna y muestra actitudes y respuestas di-
ferentes respecto al nuevo contexto de
cambios. Por un lado, encontramos un tipo
de respuesta orientada a estabilizar su si-
tuación en el mercado laboral, mediante el
aprovechamiento de las oportunidades sur-
gidas en los distintos sectores productivos
accediendo a contratos fijos o discontinuos
y asimilándose con los asalariados del régi-
men general. Por otro, encontramos un se-
gundo tipo de respuesta tendente a aprove-
char los sistemas de protección social en
los que se combinan los subsidios y los pla-
nes públicos destinados a fomentar el em-
pleo en las zonas rurales. Por último, se en-
cuentra un tercer tipo de respuesta prota-
gonizada por los que optan por itinerarios
de emigración temporal según la estacio-
nalidad de las labores agrícolas, una opción
que si bien ha sido característica de los asa-
lariados agrícolas andaluces ahora está sien-
do protagonizada cada vez más por los tra-
bajadores inmigrantes (ver Cuadro nº 3).

La población no agraria, entre el dinamismo
y la oportunidad
Pero la población rural de Andalucía no só-
lo está formada por agricultores y asalaria-
dos, sino también por nuevos actores eco-
nómicos impregnados de una cultura em-
presarial diferente de la que ha guiado tra-
dicionalmente a los agricultores. Son acto-
res económicos que o bien mantienen una
relación directa o indirecta con la agricul-
tura (como los empresarios y directivos de
las industrias agroalimentarias, los propie-
tarios de talleres de maquinaria, los que tra-
bajan en empresas de servicios o los vende-
dores de fertilizantes y pesticidas) o bien
son profesionales autónomos que se insta-
lan en el mundo rural aprovechando las

oportunidades que les ofrecen las nuevas
tecnologías y los avances en el terreno de la
comunicación. Tanto en unos casos como
en otros, lo común a todos ellos es que per-
ciben el cambio que acontece en el mundo
rural de Andalucía con una mirada distinta
de la tradicional, demandando de los pode-
res públicos políticas que remuevan los obs-
táculos que se oponen al aprovechamiento
de las nuevas oportunidades que el actual
proceso de cambio genera.

Además de lo anterior, es cada vez ma-
yor la importancia que juegan en el mundo
rural andaluz actores económicos y sociales
inducidos por las políticas públicas. Por un
lado, los actores ligados a los programas
de desarrollo rural, que se han erigido en
nuevos líderes locales y en un elemento de
gran importancia para fomentar y canalizar
las nuevas iniciativas empresariales que sur-
gen al amparo de esos programas. Por otro
lado, se encuentran los actores ligados a
las políticas del Estado de Bienestar (sani-
dad, educación, servicios sociales), que se
han convertido en sectores dinámicos del
mundo rural debido a su cada vez mayor
presencia en los pueblos andaluces.

Finalmente, la consideración de las fun-
ciones de ocio y recreativas
de los espacios rurales de An-
dalucía promueve también la
presencia de una población
de origen fundamentalmente
urbano (residentes en perio-
dos de vacaciones o de fin de
semana, excursionistas, prac-
ticantes de senderismo y de-
portes de naturaleza...) que,
al tiempo que recuperan anti-
guas tradiciones del folklore
rural, acaban imponiendo
pautas de comportamiento tí-
picas de la cultura urbana
(ver Cuadro nº 4)

Todo este panorama refle-
ja una sociedad rural andaluza
llena de pluralidad y en la
que coexisten grupos sociales
diversos, que perciben de

modo diferente el actual proceso de cambio
y que muestran actitudes también diferentes
ante el mismo. En un contexto sociocultural
caracterizado por la autosuficiencia alimen-
taria, por el avance de valores postmateria-
listas en la población, por la demanda de un
modelo de desarrollo sostenible, por la rea-
firmación de lo local frente a la globaliza-
ción y por la necesidad de reorientar el pa-
pel del Estado del bienestar, los espacios
rurales andaluces son definidos de modo
plurifuncional. Ello tiene importantes efec-
tos sobre los principios que han de inspirar
la reforma de las políticas públicas y más
particularmente de la política agraria, una
política cuya finalidad de explotar con fines
alimentarios los recursos naturales ha sido
su fuente de legitimidad. En el nuevo con-
texto, la política agraria ha de buscar una
nueva legitimidad para que los agricultores
puedan seguir recibiendo recursos públi-
cos; la generación (o no destrucción) de
empleo, la equidad en la distribución de las
ayudas, la cohesión social y territorial, la
calidad de los alimentos y su contribución a
la ordenación del territorio y la protección
del medio ambiente, son algunos elementos
que emergen en los debates sobre el futuro

de las políticas agrarias y de
desarrollo rural.

La necesidad de las políticas
públicas
La capacidad de los distin-
tos grupos sociales para ac-
ceder a los recursos ofreci-
dos por el nuevo marco de
oportunidades es diferente
de unos a otros, dependien-
do de su posición socioeco-
nómica y del lugar ocupado
en la estructura social. De
ahí que el contenido y orien-
tación de las políticas públi-
cas destinadas a regular la
sociedad rural andaluza ten-
ga una importancia funda-
mental, ya que puede refor-
zar las desigualdades ya exis-



14
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· tierra sur · opinión
primavera 2003 · tierra sur
15
Cuadro nº 4
·
Respuestas de la población rural no agrícola
Perfil social
Discurso
Actitudes y estrategias
· Alcaldes y concejales
· Agentes de desarrollo local
(Leader/Proder)
· Nuevos empresarios
· Emprendedores rurales
· Empresarios y comerciantes
(servicios a los agricultores)
(externalización)
· Médicos, enseñantes,
profesores
· Asistentes sociales
· Jubilados
· Segunda residencia
· Veraneantes
· Neo-ruralista
· Territorialista
· Sincretismo cultural
· Diversificación de actividades
· Políticas de desarrollo rural
· Lógica de riesgo
· Nuevo aprovechamiento del
espacio rural (no agrarista)
· Servicios en el medio rural
· Políticas de desarrollo regional
· Urbanización de lo rural
· Ruralización de lo urbano
Actores del desarrollo
rural/local
Actores inducidos por
las políticas de
bienestar
Actores procedentes
del mundo urbano
Cuadro nº 3
·
Respuestas de los asalariados agrícolas
Asimilación
Asistencialismo
Movilidad
·Trabajadores agrícolas fijos o
fijos discontinuos
· Mujeres y jóvenes rurales en
búsqueda de empleo o
autoempleo
· Positiva
· El cambio como equiparación de
rentas y condiciones de vida con
los demás asalariados
· El cambio como vía para salir de
la cultura asistencial
· Activa
· Mejora de la cualificación y
apuesta por la formación
· Participación en proyectos
emprendedores (economía social)
· Trabajadores eventuales de
edad avanzada
· Trabajadores eventuales que
centran su estrategia en reunir en
su localidad las peonadas necesa-
rias para percibir el subsidio
· Ambigua
· El cambio como continuidad de
los sistemas de protección
· Temor a que la reforma de los
sistemas de protección endurez-
can las condiciones de acceso a
los subsidios
· Pasiva
· Repliegue corporartivista
· Actitudes defensivas
para mantener los sistemas de
protección
· Temporeros que siguen los
itinerarios estacionales de las
labores agrícolas
· Inmigrantes
· Ambigua
· El cambio como nuevas
oportunidades de empleo y de
movilidad
· Segmentación del mercado de
trabajo (precariedad
· Activa
· Reivindicación de derechos
laborales y mejora de las
condiciones de trabajo
· Regularización (en el caso de
inmigrantes en situación irregular)
Perfil social
Percepción del
cambio
Actitud ante el cambio
tentes o remover los obstáculos que se
oponen al acceso de los grupos en situa-
ciones más desfavorecidas a los recursos
disponibles. El cierre social de las mujeres
residentes en el medio rural, las dificultades
de incorporación de los jóvenes a la titula-
ridad de las explotaciones agrarias, la desi-
gual posición de los pequeños agricultores
y de la población asalariada agrícola res-
pecto al mercado laboral, los problemas de
la población que reside en zonas de mon-
taña o en hábitats dispersos para acceder a
servicios y equipamientos o los problemas
de endeudamiento de las explotaciones fa-
miliares modernizadas, son situaciones que
muestran cómo el aprovechamiento de las
oportunidades que ofrece el actual contex-
to de cambios depende, en gran medida,
de factores estructurales que deben ser re-
movidos por la intervención de los poderes
públicos mediante políticas regidas con cri-
terios de equidad.

No obstante, la pluralidad de la socie-
dad rural andaluza exige de los poderes pú-
blicos respuestas también diversificadas pa-
ra canalizar las diferentes demandas que
surgen de su seno, si bien esa diversifica-
ción de las respuestas debe estar enmarca-
da en una visión integral de los problemas
de la agricultura y el mundo rural de An-
dalucía. La responsabilidad de los poderes
públicos radica en integrar tales demandas
en políticas coordinadas, que remuevan los
obstáculos que se oponen a los agricultores
y demás actores de la sociedad rural anda-
luza, para permitirles aprovechar las opor-
tunidades que se les presentan.

La agricultura y las actividades no agra-
rias que se desarrollan en el mundo rural
de Andalucía están estrechamente relacio-
nadas, existiendo una fuerte complemen-
tariedad entre ambas y una intensa inte-
racción entre agricultores y no agricultores
en los pueblos andaluces. Por ello, parece
conveniente que las actuaciones en materia
de agricultura se coordinen con las inte-
gradas en los programas de desarrollo ru-
ral, de forma que ambas converjan en el
objetivo final de lo que ha venido en lla-
marse la segunda modernización de la agri-
cultura y el mundo rural de Andalucía.
Con este término se quiere señalar la ne-
cesidad de avanzar en un mejor y más efi-
ciente aprovechamiento de nuestros recur-
sos agrícolas y ganaderos y en una mejora
de la competitividad de las explotaciones
agrarias, así como en una elevación de la
calidad de vida en las áreas rurales de An-
dalucía. Sería una modernización diferente
a la abordada en los años sesenta y setenta:
reflexiva, en tanto que previsora de sus
efectos sobre el medio ambiente y el terri-
torio y guiada por los nuevos paradigmas
del desarrollo sostenible y la multifuncio-
nalidad, e incluyente, en tanto que capaz
de integrar a todos los grupos sociales que
coexisten en el mundo rural andaluz con-
virtiendo la pluralidad y diversidad en su
principal patrimonio.

La doble dimensión agraria y rural de
esta segunda modernización ha de plas-
marse en el terreno político impulsando
desde la Consejería de Agricultura y Pesca
un doble pacto: un pacto por la moderni-
zación y la competitividad de la agricultu-
ra (en el que las organizaciones profesio-
nales agrarias, las federaciones de coopera-
tivas, los sindicatos de asalariados y las in-

dustrias agroalimentarias deben jugar un
importante protagonismo, aunque sin ex-
clusividad), y otro por el desarrollo soste-
nible del mundo rural (en el que el prota-
gonismo debe corresponder a las corpora-
ciones locales, los grupos de desarrollo ru-
ral, el movimiento ecologista y demás ex-
presiones asociativas de la sociedad civil).

En definitiva, en un contexto de cam-
bios como el actual, marcado por la diver-
sidad de las demandas y la pluralidad de los
intereses que confluyen en el mundo rural
andaluz, las políticas también se deben di-
versificar, reformulándose las viejas políti-
cas agrarias orientadas exclusivamente ha-
cia la regulación de los mercados y emer-
giendo nuevas políticas orientadas a regular
las múltiples funciones de los espacios ru-
rales. Nuevas y viejas políticas, nuevos y
viejos actores, conviven en este periodo de
transición, dándole a la sociedad rural an-
daluza un dinamismo sin precedentes, un
dinamismo que ofrece una nueva estructura
de oportunidades a sus distintos grupos so-
ciales en la Andalucía del nuevo siglo.

El presente artículo reproduce la intervención de
Eduardo Moyano Estrada en la Jornada sobre la
Segunda Modernización de Andalucía celebrada en
Córdoba el 3 de julio de 2002


tamente para el presidente, que me deja las
manos libres para reflexionar, e incluso para
presentarle propuestas con las que él no está
de acuerdo. Me deja, por supuesto, que nom-
bre al consejo asesor libremente --hay gente
que en algunos casos pueden ser críticos con
la actuación de la Junta de Andalucía--, y me
deja que conduzca libremente el debate pú-
blico. Me proporciona los medios para que lo
pueda hacer en Canal Sur, también con una
exposición itinerante y con una página web
donde hay muchas intervenciones críticas. La
gente está respondiendo porque cuando hace
una crítica a veces feroz la crítica aparece y yo
creo que la democracia es mucho más viva
cuando hay participación y la gente puede
criticar. Si salen solo los que están a favor qui-
tas a una parte de la población y eso al final
resulta perjudicial.
¿Y cómo se integra la Segunda Moderniza-
ción en las labores de gobierno de la Junta
de Andalucía?
Las estragegias de futuro de la Junta de Anda-
lucía se están incorporando cada vez más co-
mo estrategias de segunda modernización. En
cuanto al desarrollo rural, por ejemplo, hace
un tiempo me pidieron en la consejería de
Agricultura autorización para utilizar el logo
de Segunda Modernización. Mientras esta-
mos realizando el debate sobre futuro quere-
mos también ir marcando camino. No se le
puede decir a la gente: estoy haciendo un di-
seño para el 2015 o el 2020, pero mientras,
usted espere... La planificación del plan eco-
nómico Siglo XXI abarca, por ejemplo, un
horizonte de cuatro años, lo que representa
un periodo importante en el modelo de so-
ciedades aceleradas que tenemos. La gestión
ordinaria está en manos del Ejecutivo, que
cuenta con las consejerías, coordinadas por
el presidente, y que cuenta con comités de
coordinación económicos, comités de coor-
dinación administrativos, comités políticos,
comités de la sociedad de la información...
Todas las consejerías afectadas por alguno de
esos elementos se agrupan para ponerse de
acuerdo, por ejemplo, en el programa de fa-
milias, que es un programa que aprueba el
Gobierno y que depende de cinco o seis con-
sejerías, porque engloba políticas de bienestar
social, de cultura, de educación... A la vez se
está llevando a cabo una reflexión a más largo
plazo, viendo las tendencias que se están pro-
duciendo a nivel global, a nivel europeo y a
nivel nacional, y buscando el espacio que An-
dalucía puede tener en función de sus ventajas
y sus desventajas, y por tanto ubicándola en
un nicho suficientemente sólido, de manera
que podamos ser competitivos en un mundo
cada vez más global. Entonces tenemos que
ver el modelo económico al que nos podemos
adaptar, cuál es la tendencia de una Europa
ampliada a los países del Este, cómo nos va a
repercutir en nuestra economía, nuestra eco-
nomía agrícola, economía turística, cómo nos
puede afectar la ampliación del mercado de la
UE con todos esos millones de personas que
con menor nivel de vida que el nuestro van a
requerir posiblemente productos que noso-
tros podamos hacer y ahí estamos marcando
las grandes directrices.
Supongo que las consejerías no siempre es-
tarán de acuerdo con las estrategias pro-
puestas por Segunda Modernización.
primavera 2003 · tierra sur
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ara
· tierra sur · entrevista
E

N

T

R

E

V

I

S

T

A
¿Por qué surge la necesidad de crear un
equipo de trabajo al margen de las conseje-
rías para proponer las estrategias políticas a
largo plazo?
Normalmente en las consejerías la inercia del
día a día es tan fuerte que su capacidad de mi-
rar al futuro es muy escasa. Nuestro trabajo
consiste, en cambio, en plantear estrategias de
futuro. Por ejemplo, las universidades no pre-
senciales... Yo llego a las doce de la noche a
casa y es cuando quiero conectarme y quiero
que al día siguiente el tutor me conteste. Se
trata de una concepción distinta. O hago una
apuesta por el segundo idioma como gran es-
trategia: el inglés. En un mundo global, el 50%
de las páginas están en inglés y el inglés hoy
en día en Europa lo domina todo el mundo.
Este es nuestro trabajo. Presentar propuestas
generales, en las que la cuestión de precios o
costes no los tienes que valorar al detalle por-
que no es un plan económico, son líneas es-
tratégicas. Al gobernante tú le dices: yo iría
por esta línea. Y la verdad es que no es fácil
acertar porque en el mundo hoy cambia todo
muy rápido. Una cosa evidente es que no se
trata solo de poner ordenadores sino también
de cambiar la mentalidad. Ha habido empresas
que han recibido ayudas nuestras de ciberpy-
mes para comprar un ordenador y tienen el
ordenador como si fuera un paragüero. Si está
conectado a internet se meten alguna vez en
un banco on line para ver cómo está su cuenta,
y poquito más.
¿Y cómo surge el proyecto?
El presidente de la Junta me hace un encargo
directamente a mí. Es decir, yo trabajo direc-
Manuel Pezzi
Director del proyecto Segunda Modernización de Andalucía
"En España no hay cultura de capital-riesgo"
Manuel Pezzi, la persona encargada de
dirigir y coordinar el proyecto denomi-
nado Segunda modernización de Anda-
lucía, ha trabajado en todos los frentes
de la política desde que entró a formar
parte del Parlamento andaluz en el año
1982. Ha sido consejero de Medio am-
biente (1994-1996) y de Eduación y
Ciencia (1996-2000) en la Junta de An-
dalucía, diputado autonómico en tres
legislaturas y teniente de alcalde del
ayuntamiento de Granada entre 1991 y
1994. Profesor de Universidad, milita
en el partido socialista desde 1976.
L
a Segunda Modernización ha llegado ya a las calles andaluzas co-
mo un eslogan feliz, que viene a señalar el inicio de una nueva
época, pero se conoce poco del proyecto que hay detrás. Manuel
Pezzi, director de este ambicioso tabajo de planificación promovi-
do por la Junta de Andalucía, expone en esta entrevista sus obje-
tivos, entre los que el desarrollo rural ocupa un lugar fundamental.

primavera 2003 · tierra sur
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· tierra sur · entrevista
Naturalmente. Por ejemplo, y en relación con
el mundo rural, yo creo que hay que apoyar
más la creación de redes y hay otros conseje-
ros que piensan que es mejor la ayuda al ter-
minal. Puedo equivocarme en alguna estrate-
gia pero si vamos a extender la sociedad de la
información y el uso de internet, tendré que
extender redes, tendré que conseguir más con-
tenidos, y tendré también que facilitar los or-
denadores. En cuanto al mundo rural, le repi-
to, yo pienso que lo más importante, más que
ayudar a adquirir ordenadores, es asegurar que
las redes lleguen a todos los rincones, porque
existe el riesgo de que las grandes compañías
digan: Yo en Sevilla, encantado; en Osuna, en
Estepa, pero ¿dónde me ha dicho usted?
¿Cuántos viven allí, 500 personas? Pues no
voy a montar un equipo para llevar ADSL a
Bérchules. Si no queremos dejar descolgados a
toda esa gente, el hacer una red es una garan-
tía. Yo puedo tener un negocio de desarrollo
rural y un ordenador pero si no tengo dónde
conectarme el ordenador me sirve sólo de vi-
deoconsola. ¿Y cómo me llega la oferta? ¿Si
tengo turismo cómo ve la gente lo que oferto?
Ese camino del día a día es importantísimo. Lo
que nosotros estamos intentando es marcar
las cinco o seis grandes estrategias que consi-
deramos prioritarias. Por ejemplo, la Admi-
nistración hay que cambiarla. Eso todo el
mundo lo acepta, pero en qué línea hay que
cambiar. Es evidente que necesitamos una Ad-
ministración que esté al servicio del ciudadano
y de la empresa los 365 días del año 24 horas
al día. ¿Por qué? Porque la Administración que
tenemos ahora, de seis horas por la mañana, es
una Administración que en la era de internet
no tiene sentido. ¿Dónde hay que ir a cobrar
esto? ¿A Sevilla? ¿Por qué tengo que ir yo a
Sevilla? Tengo la cuenta corriente en mi pue-
blo: relleno los datos, la firma autorizada, y lo
cobro sin moverme de mi pueblo. ¿Me voy a
hacer 500 ó 600 km. en un día para cobrar lo
que sea? Esto no tiene ningún sentido. La con-
testación de los estudios de impacto ambien-
tal, por ejemplo. Saber cómo va tu expediente.
Si tú tienes firma autorizada, entras con tu có-
digo, con una contraseña, con una tarjeta o
como quieras y ves tu expediente.
¿En qué fase de desarrollo está ahora el pro-
yecto Segunda Modernización?
La fase en la que estamos ahora es una fase de
debate cívico, es decir, lo que queremos es es-
cuchar, encontrar una participación activa de
los ciudadanos y de los colectivos. Contamos
con una página web específica que tiene en
torno a 50.000 visitas ahora y numerosas apor-
taciones de muy distinto calibre. Estamos ha-
ciendo congresos específicos: de desarrollo
rural, en Córdoba; de desarrollo tecnológico y
de innovación, en Málaga; del papel de las
mujeres en la sociedad de la información... Es
decir, temáticamente se han cubierto todos
los ámbitos. Y simultáneamente hemos con-
traído con el presidente el compromiso de re-
dactar un documento base en el que fijemos
las cinco o seis grandes estrategias; no 500
medidas, no un nivel de concreción, no un
desarrollo presupuestario, sino indicar estraté-
gicamente por ejemplo cuál es el camino que
deben seguir nuestras universidades o en qué
líneas creemos que la investigación para noso-
tros sería más rentable. Ese documento se pasa
a discutir con las universidades, con los em-
presarios, con los sindicatos, para hacer un
documento final de estrategia. El presidente se
ha comprometido públicamente a enviarlo,
cuando se lo presentemos antes del verano de
2003, al Parlamento para que el debate ter-
mine en el Parlamento, y una vez aprobado
allí, él encargará el desarrollo de esas bases
estratégicas.
¿Cuáles son esas transformaciones que us-
ted considera prioritarias?
Tenemos que reinventar la Administración Pú-
blica para hacerla accesible todos los días del
año. Eso se tiene que desarrollar con qué ele-
mentos normativos --leyes, decretos--, qué
cambios informáticos, qué cambios en las plan-
tillas y en la función pública, qué ámbito. Es un
salto importante. Hoy en día la Administra-
ción, como le he dicho antes, no es capaz de
dar respuesta a una sociedad tan acelerada, y
las empresas se quejan de que cualquier trami-
tación genera muchas incertidumbres a la hora
de hacer negocio. También estamos trabajando
mucho en el modo de favorecer la aparición de
nuevos empresarios, nuevos emprendedores,
que a nosotros nos parece una de las claves
del futuro. La gente ahora mismo prefiere ser
funcionario, prefiere invertir en tierras o in-
vertir en pisos como algo seguro. Hay que bus-
car una mentalidad más innovadora, más em-
prendedora y por tanto tenemos que volcarnos
en tratar de poner en valor la innovación y el
riesgo. Pero junto a ello, uno de los elementos
claves en la creación de nuevas empresas es la
financiación de los proyectos. Ahora mismo
hay gente formada, gente que sale de las uni-
versidades, gente que tiene ideas. ¿Dónde en-
cuentran el cuello de botella? En la financia-
ción. Cuando uno va a pedir dinero si no tiene
pisos o avalistas no consigue nada. La idea pue-
de ser muy buena, pero si no se tiene aval... No
hay cultura de capital-riesgo en España; no se
han desarrollado bien los modelos de apoyo al
principio, en fase de presemilla, semilla, etc.
Esto es lo que nos diferencia, y muchísimo, de
Finlandia, por ejemplo, donde todos los mo-
delos de desarrrollo en torno al capital riesgo
tienen una estructura muy asentada y si fracasa
tu proyecto no pasa nada. Has perdido tu
tiempo y posiblemente dinero pero puedes
volver a intentarlo, mientras que en Andalucía
y en España domina una cultura mediterránea
que no admite el fracaso. Todo ese cambio de
mentalidad es el que tenemos que ir delimi-
tando: cuáles son esas grandes estrategias y de-
sarrollarlas después. Hay que valorar también
lo que se está haciendo ahora mismo, para ver
si es positivo o si hay que provocar un cambio
en esas políticas. Por ejemplo, hay políticas
acordadas con los sindicatos y con los empre-
sarios en las concertaciones que en muchos
análisis están siendo consideradas como obso-
letas o no dan los resultados apetecibles, como
la ayuda indiscriminada a la contratación de
trabajadores. Existen muchos informes que di-
cen que no da resultados desde el punto de
vista de la contratación ni sirve para crear
empleo. Se dan las mismas ayudas en la cons-
trucción que en el turismo de la Costa del
Sol. Se dice cada vez más que es preferible
pasar parte de esos capitales a ayudas a pro-
yectos iniciales. Eso es el trabajo de la Se-
gunda Modernización.
Tiene la Segunda Modernización poder para
imponer sus estrategias.
Presidencia está de acuerdo en apostar por el
cambio incluso frente a las consejerías. Siem-
pre hay una inercia, no solo en la dirección
política sino debajo: hay mucha gente que se
ha habituado a una forma de trabajar. Hay
empresarios que han acordado ya determi-
nadas formas de ayudas. En el mundo rural,
por ejemplo, el 1% de propietarios agrícolas
que recibe el 25% de las ayudas europeas
no quiere ni oír hablar de modulación de las
ayudas. Nos encontraremos con grandes sin-
dicatos agrarios que dicen que eso es una
barbaridad pero evidentemente no es posible
que el 1% de los propietarios se lleven ese
25%. Ni es posible que un señor que se de-
dica a construir pisos cuyos precios están
disparados reciba encima ayuda de la Junta
para contratar por tres años a unos trabaja-
dores. No tiene ningún sentido, porque ese
señor gana por encima de lo que es razona-
ble. Un señor que hace un campo de golf
en un sitio donde ya es un negocio absoluta-
mente desarrollado va a contratar al número
de trabajadores que necesite, ni uno más. Si
recibe una ayuda de la Junta, pues bienveni-
da pero se trata de un negocio conocido en
el que somos competitivos. El riesgo está re-
ducido al mínimo. Mejor que vayan las ayu-
das al desarrollo rural para evitar el despo-
blamiento de áreas.
¿Cuál es su posición frente a los cambios en
la Política Agrícola de la UE y frente a la
próxima ampliación?
Yo creo que ahí va a haber un equilibrio difí-
cil, es decir, España no va a querer renunciar a
lo que recibe de la UE --ningún país que re-
cibe ayudas quiere renunciar-- pero lo que sí
puede hacer España es adquirir el compromi-
so de ir traspasando las ayudas directas a la
agricultura por ayudas que permitan el man-
tenimiento de las rentas en el mundo rural de
modo que no se pierda la calidad de vida. Si
se despuebla el mundo rural y se sigue con-
centrando la población en el litoral andaluz,
en el valle del Guadalquivir y en unas cuantas
ciudades, habremos destrozado en gran parte
el propio medio ambiente porque el medio
ambiente está ligado a esos habitantes que
son capaces de mantener un paisaje. El medio
ambiente no es solo el que no está ocupado
por el hombre, es el paisaje en el que se desa-
rrolla nuestra vida. El mundo rural es una de
nuestras grandes potencialidades. Es necesa-
rio, por otra parte, buscar ese equilibrio entre
una agricultura competitiva, una agricultura
que sea capaz de vender en los mercados po-
tentes, y una agricultura ecológica, que busca
nuevos mercados, con un control de semillas
estricto, una reducción de fitosanitarios y nu-
trientes artificiales. Para ello disponemos de
grupos de investigación y de tecnología que
podemos desarrollar.
En el proyecto Segunda Modernización, ¿ca-
be la colaboración con empresas, institucio-
nes o territorios con vistas a establecer mo-
delos a seguir?
Hay algunas empresas que nos han propuesto
trabajar en la línea que nosotros estamos dise-
ñando a nivel estratégico para convertirse en
programa-piloto, por ejemplo del modelo de
cambio de Administración Publica, o en mo-
delo de creación de financiación extra para
modelos iniciales de universitarios. A mí me
parece que esas ideas pueden permitirnos con-
trastar la realidad, ver cómo funcionan algunos
elementos que en Andalucía no han tenido un
contraste suficiente. Espero que esas propues-
tas que nos han hecho empresarios y grupos
universitarios puedan concretarse y podamos
en parte financiarlas y en parte reconocerlas
como experiencias-piloto del modelo que va-
mos a construir en un futuro.
¿Existe un país o una región que pueda servir
de modelo a Andalucía?
Finlandia. ¿Por qué Finlandia? Finlandia es un
país que en los últimos 20 años toma una posi-
ción estratégica en su universidad, potenciando
la línea tecnológica y científica. Crean un mo-
delo de empresas, con un buque insignia, que
era Nokia, y lo dejan fijado en dos grandes lí-
neas de trabajo --en un principio, fueron 16 ó
17--, que son el software y el teléfono móvil.
Consiguen impulsar grupos de investigación
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stamos trabajando mucho en el modo de favorecer la aparición
de nuevos empresarios, nuevos emprendedores, que a nosotros nos
parece una de las claves del futuro
osotros estamos
intentando marcar las cinco
o seis grandes estrategias
que consideramos
prioritarias



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· tierra sur · entrevista
en torno a los software que estaban desarro-
llando Nokia y otras muchas empresas que se
posicionan en un cluster en torno a Nokia, y a
la vez el modelo finlandés consigue asegurar el
bienestar social, es decir, la educación gratuita y
para todos, sanidad gratuita y para todos, ayuda
a la tercera edad, ayuda a los discapacitados,
pensiones aseguradas... Se trata, por tanto, de
un modelo desde una visión socialdemócrata
en la que el bienestar queda asegurado.

¿Finlandia mejor que Silicon Valley?
Yo creo que frente al modelo de Silicon Valley
o de Singapur, de un neoliberalismo a ultranza
en el que el sector público no tiene nada que
decir, nuestra apuesta es una apuesta planifi-
cadora: no va a ser el mercado el que lo hace
todo; nosotros vamos a intentar marcar ten-
dencias y dedicar dinero público a esas ten-
dencias. Pensamos que el sector público tiene
algo que decir en capital-riesgo, tiene que de-
cir cómo se ocupa el territorio, tiene que mar-
car líneas de desarrollo sostenible y de pro-
tección de la naturaleza, porque el mundo va
también en esa dirección. Ese modelo de Fin-
landia nos pareció interesante y una extensa
delegación de la Junta, encabezada por su pre-
sidente, realizó una visita a aquel país de la
mano de Manuel Castells, que acaba de publi-
car un libro en Alianza editorial sobr el mode-
lo finlandés. Es muy amigo del ministro de
Asuntos Exteriores de Finlandia y nos preparó
la concertación. Entonces diseñamos un mo-
delo para ver cómo se ha desarrollado la inte-
gración, dónde se aprende, dónde se investiga,
dónde se apoya el capital-riesgo, dónde se ha-
ce la empresa y cómo todo el elemento ha
funcionado en una gradación bastante lógica.
Por otra parte, entre Finlandia y Andalucía
existen diferencias notables. En primer lugar,
Finlandia es un Estado y nosotros somos una
región, una comunidad autónoma. Pero es un
Estado pequeño, de 5.300.000 habitantes.

Ser una comunidad autónoma dentro de un
Estado limitará su margen de maniobra.
En algunos casos. Pero, por ejemplo, en lo re-
lativo a la Administración Pública, materia en
la que hay que tener en cuenta las leyes del Es-
tado, estamos convencidos de que en la medi-
da en que pongamos encima de la mesa un
modelo capaz de cambiar la inercia de una ad-
ministración jerárquica, burocrática, lenta, in-
capaz de dar soluciones, por la vía de los he-
chos, el sistema va a ir hacia un cambio, y en el
peor de los casos a una descentralización del

modelo, es decir, déjeme usted que yo haga
una administración capaz de dar una respuesta,
como quiere Cataluña para su comunidad, o
Galicia. Por qué va a tener más ventajas que el
maestro o que el profesor de instituto sean de
un cuerpo nacional y no profesores de instituto
de Andalucía, y que se puedan mover en la re-
gión andaluza. Que haya después modelos de
trasvase entre interesados de una comunidad a
otra. Eso es así en Estados federales y nosotros
lo podemos desarrollar. La clave es tener la
idea, tenerla suficientemente clara, y luego
convencer a la ciudadanía de que esa línea de
trabajo tiene futuro.

¿Qué va a hacer para ganar la voluntad de
los andaluces para su causa?
Ahora mismo estamos en un debate que em-
pieza a rodar. Queremos que las televisiones
públicas, las radios públicas, se vuelquen en po-
ner en valor todo lo que significa la innova-
ción, el carácter emprendedor, el voluntariado,
todos los nuevos elementos que nos parece que
tienen un pedigrí de modernidad frente a valo-
res que consideramos demasiado conservado-
res, demasiado tradicionales, que no es que los
tengamos que rechazar, pero de esos valores
ya tenemos un porcentaje muy alto y hay que
meter nuevos valores en nuestra cabeza.

Y si cambian los gobernantes, ¿qué pasará
con el proyecto?
Hemos buscado una fórmula o estamos bus-
cando una formula que consiste en crear orga-
nismos en los que esté presente todo el arco
parlamentario y político, de forma que los
acuerdos que se tomen sean acuerdos de con-
senso y por tanto el hecho de que venga otro
partido a gobernar no suponga un cambio en
las grandes líneas, es decir, si nosotros hemos
marcado una línea para crear una sociedad bi-
lingüe en 15 ó 20 años, estableciendo un pla-
zo de tiempo para que todos los profesores
que se incorporen al sistema educativo ten-
gan obligatoriamente que saber ingles, que to-
das las clases de niños de tres años se den en
dos idiomas, que no pueda llegar después otro
partido que no asuma esta iniciativa como al-
go importante. Si conseguimos que en 20 años
las generaciones que tengan de tres a 23 años
sean todas bilingues habremos dado un salto
absolutamente pasmoso. Yo veo que las clases
medias se están gastando mucho dinero en
mandar a los hijos verano tras verano a Irlan-
da, Gran Bretaña o Estados Unidos.

J.M.S.R.
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ás que
ayudar a adquirir
ordenadores, lo
importante es
asegurar que las
redes lleguen a todos
los rincones
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Un análisis crítico
LOS EFECTOS DE LA POLÍTICA AGRARIA EUROPEA
JOSÉ JUAN ROMERO (COORDINADOR)
Uno de los grandes pilares sobre los que se ha cimentado la Unión Europea es
sin duda la Política Agraria, la famosa PAC que en estos momentos se en-
cuentra en una nueva fase de reforma. Por su gran importancia e influencia
económica la PAC ha sido fuente de constantes conflictos en el seno de la UE
y también de conflictos frente a terceros países o instituciones multilaterales.
El análisis de sus efectos, desde el nacimiento del Mercado Común hasta hoy,
así como las posibles vías para extraer el mayor beneficio de su aplicación,
tanto para Europa como para los países en desarrollo, es el objeto de este li-
bro, dirigido y coordinado por José Juan Romero, profesor de Economía Espa-
ñola y Mundial de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ETEA (Universidad de Córdoba), y coe-
ditado por la propia ETEA, Intermon Oxfam y la editorial Desclée De Brouwer.
Para comprender la Unión Europea en la actualidad nada mejor que leer este magnífico libro, que va mos-
trando, y analizando con ideas bien ordenadas, el camino seguido desde el Tratado de Roma. La PAC nacía en-
tonces para tratar de "garantizar el precario abastecimiento alimenticio de la Europa de los años 50" y con el
consiguiente objetivo de "incrementar la productividad agrícola; garantizar a la población agrícola un nivel de vi-
da equitativo; estabilizar los mercados agrarios; garantizar la seguridad de los abastecimientos, y asegurar a los
consumidores suministros a precios razonables". Con el tiempo se pasaría del desabastecimiento a los exce-
dentes, y surgiría la necesidad de un reforma, de buscar nuevas fórmulas para proteger y mantener un sector co-
mo la agricultura, considerado de vital importancia. Ha habido grandes pasos y reformas y también otros cam-
bios y avances que sin tener quizá tanta repercusión informativa han ido dibujando el camino de la PAC, y de to-
dos ellos se da cuenta en esta publicación, de modo que el recorrido aparece diáfano: frente a una causa un efec-
to, con explicaciones sobre las ideas que han regido en uno otro momento las decisiones de los dirigentes de la
UE. `Los efectos de la política agraria europea' es un libro que absorbe, que capta con fuerza la atención del lec-
tor, sencillamente porque trata de asuntos de gran interés, porque está muy bien escrito y porque sus plantea-
mientos económicos y políticos vuelan a gran altura. Los europeos a veces nos hacemos una pregunta: ¿Pode-
mos preservar nuestro sistema de vida privilegiado y tratar al mismo tiempo de que otros lo alcancen? En cuan-
to a la política agraria, ¿es posible compatibilizar nuestros intereses como miembros de la UE con los intereses
de los países en desarrollo? Si busca ideas y propuestas sobre estos asuntos, en este libro encontrará un ins-
trumento inestimable.
Sabor y sabores
GASTRONOMÍA DEL PONIENTE GRANADINO
P
ABLO
A
MATE
Este es uno de esos libros que cuesta traba-
jo clasificar porque participa de varios géne-
ros: guía de viajes, recetario de cocina, di-
rectorio de establecimientos gastronómi-
cos... y además es libro de autor, no exento
de impresiones literarias. El texto, obra de
Pablo Amate, que es miembro de la Acade-
mia Española de Gastronomía, nos va mos-
trando la comarca del Poniente Granadino
pueblo a pueblo, con ojos de viajero y paladar
de gourmet. Amate llega a su destino y nos
lo presenta con voz propia, describiendo lo
que ve y lo que le acontece, y una vez se va
adueñando del lugar, empieza a meter la nariz
allí donde huele a comida, ya sea una tienda,
un bar o un reputado restaurante. Al final en
cada sitio surgen las recetas, que el libro re-
coge con todo detalle y con las ilustracio-
nes correspondientes. `Sabor y sabores' es,
pues, como bien refleja este título, una guía
de sabores del Poniente Granadino, escrita
por un experto degustador, e ilustrada con
decenas de fotografías no solo de platos y de
establecimientos, sino también de cada uno
de los pueblos de la comarca, que sirven de
elemento conductor del relato. Un libro, en
definitiva, que despierta los sentidos tras
una simple hojea-
da, e invita a re-
correr, mesa a
mesa, el Ponien-
te Granadino.
Consorcio para el Desarrollo Rural del
Poniente Granadino
Tel. 958 327 005.
e-mail. [email protected]
www.ponientegranadino.es
BAJO GUADALQUIVIR
Ruta gastronómica
La Mancomunidad de municipios del Bajo Guadalquivir ha publi-
cado una guía de distribución gratuita con los restaurantes de la
comarca que incluye una selección de platos de cada uno de los
establecimientos, horarios e información complementaria de in-
terés para el cliente. Los restaurantes aparecen agrupados por
municipios y encabezados por una fotografía en color del local.
Además, se incluyen mapas esquemáticos con las conexiones en-
tre las distintas poblaciones y un apéndice con las oficinas de turismo de la comarca: telé-
fonos, dirección y horarios. La guía tiene un formato pequeño, de bolsillo, y apenas 100 pá-
ginas: un instrumento útil para recorrer el Bajo Guadalquivir con la intención de disfrutar de
la gastronomía.
Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir
Ctra. Las Cabezas-Lebrija. Camino San Benito. Finca San José s/n.
41740 Lebrija (Sevilla). Tel. 955 869 160.
www.bajoguadalquivir.org E-mail [email protected]





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· tierra sur · publicaciones
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GUÍA DE AVES DEL ESTRECHO DE GIBRALTAR
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STEBAN
David Barros Cardona y David Ríos Esteban son dos ornitólogos de La Lí-
nea de la Concepción que han dedicado su vida al estudio de las aves en
esa parte del sur de Europa que se sitúa en torno al Estrecho de Gibraltar.
Hace unos años publicaron un magnífico libro sobre las aves del parque
natural Sierra de Grazalema y con posterioridad, hace unos meses, ha apa-
recido su Guía de aves del Estrecho de Gibraltar, una publicación de
más de 300 páginas que ofrece una relación completa de las aves que
pueden contemplarse en la zona, ya sean "residentes, nidificantes o in-
vernantes, migradoras, ocasionales o accidentales", tal como se explica
en la contraportada. Cada especie aparece clasificada en una ficha con
información precisa sobre sus rasgos característicos así como los lugares
y las épocas en que se puede observar. Esta información figura siempre
en las páginas pares, y en las impares se incluyen los dibujos correspon-
dientes a cada especie. En total, la guía contiene cerca de 1.000 ilus-
traciones entre dibujos de aves, fotografías del medio, mapas y gráficos.
Y contiene también una serie de capítulos introductorios que informan
acerca de la zona del Estrecho que abarca la guía --parque natural Los
Alcornocales y parque natural de La Janda-- y acerca de las aves: mi-
graciones, anillamiento, clasificación, identificación... Este libro repre-
senta sin duda un trabajo editorial de excepción, cuidado al detalle, con
una organización sumamente inteligente, que invita a interesarse por
las aves del Estrecho de Gibraltar. Los textos figuran en español y en in-
glés. La guía ha sido editada por Orni Tour, empresa de los autores, y ha
contado con el patrocinio del Ceder Los Alcornocales, los parques natu-
rales de Los Alcornocales y Breña y Marisma de Barbate, así como de
otras instituciones relacionadas con
el medio ambiente y el Campo de
Gibraltar.
Orni Tour
Aptdo. de correos 534.
11.300 La Línea (Cádiz)
[email protected]
www.ornitour.com
TRAGABUCHES
El Tragabuches fue un famoso bandolero de
la Serranía de Ronda pero hoy seguramente
todo el mundo asocia este nombre a un res-
taurante de Ronda que desde que abrió sus
puertas hace unos años ha revolucionado el
arte culinario de esta magnífica ciudad. Sus
dueños y el Ceder Serranía de Ronda han
añadido al prestigio de su cocina el prestigio
de una publicación
espléndida sobre el
restaurante, sus
platos y también
sobre la zona don-
de se ubica. Hace
unos meses apareció bajo el título de Traga-
buches un libro editado con unas calidades
fuera de lo común que muestra, e ilustra con
esplédidas fotografías de Mikel Alonso, cada
una de las imaginativas recetas que sirven
de base a la cocina del restaurante. En la in-
troducción se dice que la cocina de Tragabu-
ches es una cocina de contrastes y que "ca-
da receta intenta conseguir que cada ele-
mento conserve su sabor peculiar, sin que
ninguno anule a los restantes". Y líneas más
abajo se explica que las fuentes de inspira-
ción hay que buscarlas en la cocina tradicio-
nal y popular andaluza, adaptada a la cocina
moderna. El hecho es que Tragabuches se
ha convertido uno de los grandes restauran-
tes de España, con numerosos premios y re-
conocimientos a pesar de su corta edad. En
el prólogo del libro, Juan Mari Arzak destaca
esa importancia que en la nueva gastronomía
andaluza ha alcanzado Tragabuches.
Ceder Serranía de Ronda
Tel. 952 87 27 47.
www.serraniaronda.org
GUÍA DEL PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE TEJEDA, ALMIJARA Y ALHAMA
A
NTONIO
P
ULIDO
P
ASTOR Y
J
ULIO
A
UGUSTO
R
ODRÍGUEZ
E
IRAS
Los Grupos de Desarrollo Rural de la Axarquía de Málaga y el Poniente Granadino han editado
conjuntamente una guía del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, escrita
por Antonio Pulido Pastor y Julio Augusto Rodríguez Eiras. La guía muestra los recursos eco-
nómicos del parque y los lugares de interés turístico en 15 capítulos bien organizados, que co-
mienzan informando sobre `El medio natural' y acaban con una `Agenda y guía de visita'. El in-
teresado en conocer las características de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama tiene en es-
ta guía un instrumento de gran utilidad, y el interesado en aden-
trarse en ellas, a pie o en coche, para disfrutar de la naturaleza o de
la gastronomía, también puede encontrar una información rigurosa.
Las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama fueron declaradas Parque
Natural en el año 1999 a iniciativa de los municipios integrados en
su territorio.
Ceder Axarquía
Asociación Desarrollo Sostenible Poniente Granadino
Semilla de progreso
LA EXPERIENCIA DE 50
EMPRENDEDORAS RURALES
Coincidiendo con el Día de la Mujer Rural de
2002, la Consejería de Agricultura de la Jun-
ta de Andalucía publicó un libro sobre la ex-
periencia de 50 mujeres emprendedoras an-
daluzas que han escogido el medio rural para
establecerse. Desde agroturismo a acade-
mias de formación, se puede decir que to-
dos los sectores económicos están repre-
sentados, y lo mismo cabe señalar en cuanto
al territorio: hay experiencias de todas las
comarcas rurales. El libro, que se ha elabo-
rado partiendo de una encuesta realizada a
las 50 emprendedoras seleccionadas, expone
en primera persona el camino recorrido y los
trabajos realizados hasta la creación de la
empresa, así como la actividad y los resulta-
dos obtenidos desde entonces. Ilustrada con
unas hermosas fotografías, esta publicación
representa un homenaje y un acicate para
todas las mujeres que están impulsando ini-
ciativas empresariales en el medio rural, a
veces en condiciones muy difíciles. Un estu-
dio sobre la mujer rural completa el volumen.
Consejería de Agricultura y Pesca
Empresa Pública para el Desarrollo Agrario y
Pesquero (D·a·p)
Guía para agentes
DESARROLLO ECONÓMICO TERRITORIAL
Francisco Alburquerque
Resulta necesario acompañar los esfuerzos del ajuste macroeconómico con políticas específicas de de-
sarrollo productivo y empresarial de ámbito territorial. Esta es la tesis que defiende Francisco Albur-
querque en su libro sobre el Desarrollo económico territorial, un libro que recoge, por otra parte, la ex-
periencia de este prestigioso investigador tras cinco años como asesor técnico en América Latina. Al-
burquerque realiza un análisis profundo de lo que representa el desarrollo territorial en estos momentos
de globalización económica, con especial atención al papel que pueden y deben desempeñar las admi-
nistraciones locales y las agencias de desarrollo local, lo cual añade a su riguroso estudio teórico un va-
lor práctico, un carácter de guía que muy bien han sabido reflejar los editores al incluir junto al título de
la publicación un antetítulo con esta referencia: Guía para agentes. Y harían bien los agentes de desa-
rrollo local en leer este libro y tenerlo siempre a mano para consulta, porque es todo un compendio de las
ideas y experiencias que modulan en la actualidad este enfoque fundamental del desarrollo económico.
Francisco Alburquerque, que ha publicado excelentes artículos en ARA Tie-
rra Sur, consigue sintetizar acertadamente sus vastos conocimientos en es-
ta publicación, editada por el Instituto de Desarrollo Regional-Fundación
Universitaria de Sevilla, poniéndolos además, gracias a su exposición clara
y directa, al alcance de cualquier interesado con un mínimo de formación.
Instituto de Desarrollo Regional
Fundación Universitaria (Sevilla)
[email protected]

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· tierra sur ·documentos
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a actividad cinegética puede desempeñar un papel impor-
tante en la economía rural andaluza y en la conservación del
entorno. Esta es la idea que se desprende del estudio realizado
por la Estación Biológica de Doñana con la colaboración de las
Asociaciones de Desarrollo Rural, cuyas conclusiones se reco-
gen en este artículo.
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El sector agrario, que engloba los subsectores
agrícola, ganadero y forestal, ha sido histó-
ricamente el fundamento de la economía an-
daluza. La revolución del sector agrario (me-
canización, incremento en el uso de produc-
tos químicos, etc.) ha causado que sus acti-
vidades sean las responsables de los princi-
pales procesos de degradación ambiental en
cuanto a extensión geográfica. Al mismo
tiempo muchos de los usos agrícolas, espe-
cialmente en zonas de montaña, sobreviven
de las subvenciones más que de su propia
rentabilidad. Es en este periodo de cambio
cuando se empieza a considerar a la caza co-
mo un recurso real, que puede actuar como
sustituto y complemento de otros usos agrí-
colas más tradicionales, hoy día devaluados.
Los recursos cinegéticos, si están bien ges-
tionados, representan uno de los usos más
sostenibles y que menor impacto causan so-
bre un territorio.

Este artículo refleja la situación actual
del recurso cinegético en Andalucía, su pro-
blemática y las perspectivas de futuro, todo
ello desde la óptica de las Asociaciones de
Desarrollo Rural existentes en la Comuni-
dad Autónoma andaluza.

Para obtener la información en la que se
fundamenta este estudio hemos desarrollado
una encuesta dirigida a las Asociaciones de
Desarrollo Rural (ADR) integradas en la
Asociación para el Desarrollo Rural de An-
dalucía (ARA). Los objetivos que se estable-
cieron en este proyecto de investigación fue-
ron: (1) evaluar el tipo y grado de represen-
tación del sector cinegético en las Asocia-
ciones de Desarrollo Rural (ADR), tanto a
escala individual como territorial, así como el
grado de implicación de estas asociaciones y
las inversiones que realizan para el fomento
de actividades que impulsen al sector cine-
gético; y (2) obtener información sobre la si-

tuación de la actividad cinegética y su pro-
blemática, y analizar el papel potencial de las
ADR para impulsar el recurso cinegético co-
mo contribución al desarrollo rural. Es nece-
sario hacer constar que solamente el 64%
de las ADR han contestado a la encuesta,
por lo que la información obtenida se basa
en las mencionadas ADR.

Problemas que afectan a las especies
cinegéticas
En opinión de las ADR, entre los problemas
que afectan a la actividad cinegética se en-
cuentran, en orden de importancia, las en-
fermedades, la pérdida de hábitat y su rela-
ción con la actividad agrícola, así como la
inadecuada gestión cinegética, en la que se
incluyen la sobreexplotación y el furtivismo.
Según las ADR, la presión cinegética o el
furtivismo no son problemas muy extendidos
a escala territorial pero tienen una impor-
tancia muy elevada. Por el contrario, la mala
gestión cinegética, que aparece muy exten-
dida a escala geográfica, es considerada por
las ADR de menor importancia que las dos
anteriores.

Gestión de las especies cinegéticas en los
territorios de las ADR
Hemos querido reflejar cuáles son las herra-
mientas de gestión cinegética y su frecuencia
de uso en el ámbito geográfico de las ADR.
Las herramientas de gestión a las que se hace
referencia en este epígrafe se recogen de ma-
nera resumida en el Cuadro 1.

Los seguimientos de la abundancia po-
blacional de las especies cinegéticas son una
práctica habitual en el 70% de los cotos in-
cluidos en el ámbito de las ADR y se llevan a
cabo fundamentalmente a través de censos
directos de los individuos, sobre todo de co-
nejo, perdiz y ciervo.

En el 60% del ámbito territorial de las
ADR se lleva a cabo un seguimientos del es-
tado sanitario de las poblaciones de espe-
cies cinegéticas, a través de los avistamientos
de ejemplares enfermos y los análisis de ani-
males cazados o cadáveres. Sin embargo, es-
te seguimiento parece ser muy simple, sin
que se lleve a cabo un registro a largo plazo
de estos procesos infecciosos.

La obtención de estadísticas y de registros
de los resultados de caza y de presión cine-
gética se realiza en un 85% de las ADR; sin
embargo, en la mayoría el registro no es ex-
haustivo y se limita a anotar el número de
piezas totales por temporada, que por otro
lado es un requisito administrativo impres-
cindible para renovar el plan de caza anual.

El 80% de las ADR reconocen que en los
cotos de sus territorios se realiza control de
depredadores, en algunos de los cuales tam-
bién consta que este control es a veces ilegal.

También en el 80% de las ADR se llevan
a cabo estrategias de manejo de hábitat con
objeto de incrementar la abundancia de las
especies cinegéticas. La instalación de co-
mederos o bebederos, la realización de siem-
bras o el aclareo de la vegetación son, en
opinión de las ADR, métodos efectivos para
recuperar o aumentar dichas poblaciones.

Finalmente, se realizan repoblaciones con
especies cinegéticas en el ámbito territorial
de todas las ADR encuestadas, dirigidas ge-
neralmente a recuperar las poblaciones de
perdiz, conejo y ciervo. El 50% de las repo-
blaciones se concentran en los meses inme-
diatamente anteriores al comienzo de la tem-
porada de caza y durante el primer mes de la
misma, lo que hace suponer que un gran nú-
mero de estas repoblaciones tiene como pri-
mer objetivo mejorar los resultados cinegé-
ticos de la temporada de caza y no la recu-
peración de las poblaciones de la especie.

El recurso cinegético en las zonas rurales andaluzas
Sacramento Moreno Garrido
Elena Angulo Aguado
Jesús Ballesteros Barros
Estación Biológica de Doñana (CSIC)
Fotografías por José Ignacio Ñudi Marianas







primavera 2003 · tierra sur
27
La caza y la conservación
En este trabajo nos planteamos obtener las
opiniones de las ADR sobre como afecta la
caza a la conservación de la naturaleza. La
caza es valorada muy positivamente por las
ADR como actividad que favorece la con-
servación de los espacios naturales. En pri-
mer lugar, y de forma correcta, las ADR jus-
tifican que un recurso cinegético viable (so-
bre todo la caza mayor) requiere la conser-
vación de superficies extensas de hábitat na-
tural. En segundo lugar, las ADR opinan que
una explotación racional de este recurso, a
través de medidas de gestión, beneficia no
sólo a la actividad agrícola sino también al
resto de especies no cinegéticas y contribuye
a controlar el equilibrio del ecosistema. Por
último, las ADR que han considerado que
la caza afecta negativamente al medio am-
biente, justifican su respuesta basándose en
que la explotación y la gestión cinegética
no son siempre ejecutadas de forma sosteni-
ble y bajo las normas establecidas.
La caza y la agricultura
Las opiniones de las ADR con relación a los
efectos de la caza sobre la agricultura son
variadas. La opinión mayoritaria (60% de las
ADR) es la de considerar la caza como una
actividad beneficiosa para la agricultura por-
que es un complemento de la renta agrícola
y ayuda a controlar las plagas (por ejemplo,
el conejo). Un porcentaje menor (33%)
considera que la caza es indiferente porque
en sus territorios no constituye un recurso
económicamente rentable, mientras que el
7% restante la consideran como una activi-
dad negativa para la agricultura.
Las ADR conocen los efectos negativos
que la agricultura puede causar sobre las po-
blaciones cinegéticas: pérdida de hábitat, re-
ducción de la alimentación, intoxicaciones
por fertilizantes y fitosanitarios, destrucción
de nidos por cosechadoras. También cono-
cen y aceptan de buen grado las medidas
que pueden paliar dichos problemas, como
por ejemplo, respetar los márgenes de los
cultivos y áreas de vegetación natural, con-
trolar el abonado, usar productos fitosanita-
rios poco agresivos o fomentar los cultivos
ecológicos.
Las ADR, que conocen tanto la proble-
mática de la caza con la agricultura como
las medidas para solucionarla, aparecen co-
mo una figura ideal para mediar entre estos
dos sectores. Así, pueden promocionar acti-
vidades de información, formación y divul-
gación, jornadas de discusión que reúnan a
ambos colectivos, subvenciones para aque-
llos agricultores y cazadores que integren el
desarrollo agrícola con el cinegético a través
de la utilización de medidas agrícolas más
acordes con la actividad cinegética, o incluso
subvencionar a los agricultores por las posi-
bles pérdidas económicas que estas medidas
pudieran causarles. La medida que conside-
ramos más factible a nivel práctico y eco-
nómico, y por su eficacia comprobada cien-
tíficamente, es la recuperación de los márge-
nes de los cultivos.
El fomento del sector cinegético
desde las ADR
En relación al grado de representación del
sector cinegético en las ADR, los resultados
de las encuestas mostraron que tan sólo el
39% de las ADR tienen algún miembro o
socio relacionado con el sector cinegético, ya
sea como cazador particular o como socie-
dades o empresas relacionadas con la caza.
A continuación, estudiamos como se fo-
menta el sector cinegético desde las ADR.
Casi la mitad de las asociaciones (45%) tiene
entre sus objetivos incrementar o iniciar una
relación con el sector. Para ello, las medidas
más frecuentes que han utilizado son: orga-
nización de reuniones con objeto de captar
socios, de talleres para potenciar el sector
cinegético, de jornadas técnicas de caza y
de gastronomía de caza. Las ADR que no se
encuentran relacionadas con la caza y no
han adoptado ninguna medida de contacto,
muestran una gran disposición a hacerlo.
Hemos analizado las actividades relacio-
nadas con el sector cinegético que se llevan a
cabo en los territorios de las ADR. Estas ac-
tividades y su frecuencia de uso aparecen en
la Fig.1. En resumen, destacar que las activi-
dades que se llevan a cabo más frecuente-
mente son las lúdicas (70%), seguidas de las
formativas (16%) y por último las divulgati-
vas (12%).
En la Fig.2 se muestra quiénes son los
organizadores de estas actividades, entre los
que podemos ver que las ADR, intervienen
en la organización del 10% de estas activi-
dades. A pesar de no ocupar un papel prota-
gonista en cuanto al total de actividades or-
ganizadas, las ADR destacan por centrar su
esfuerzo en las actividades de divulgación
(50%) y de formación (38%). La frecuencia
de uso de estas actividades puede verse en la
Fig.3. Si comparamos las Fig.1 y 3, podemos
ver diferencias importantes, ya que las acti-
vidades de carácter lúdico (el 70% del total
de actividades), ocupan el último lugar en
el orden de prioridades de las ADR, dejando
patente el interés de éstas en potenciar el
sector cinegético en el medio rural a través
de la divulgación y la formación.
Caza, desarrollo y economía en el sector rural
Casi el 80% de las ADR considera que el
recurso cinegético puede contribuir de forma
importante a la economía local y creen que
es posible contribuir a ello desde sus asocia-
26
ara
· tierra sur · documentos
ciones. Las ADR opinan que
la caza genera beneficios eco-
nómicos no sólo a su sector si-
no también a otros relaciona-
dos, que la caza es un recurso
poco explotado que necesita
ser potenciado a través de una
profunda reorganización co-
marcal, y que el turismo cine-
gético debe ser potenciado en
Andalucía.
Las medidas propuestas por
las ADR para potenciar el sec-
tor cinegético son en orden de
importancia: la información y
promoción de esta actividad,
la recuperación y mejora de
los ecosistemas, el asociacio-
nismo e intercambio de expe-
riencias, las mejoras en los sis-
temas de regulación de la caza
y su gestión, así como el au-
mento de ayudas para llevar a
cabo las anteriores propuestas.
Según las ADR, los mayores beneficios
económicos relacionados con el recurso ci-
negético los obtienen las sociedades de ca-
zadores y titulares de cotos de caza, desta-
cando la enorme importancia de los titulares
de cotos de caza mayor con respecto a su
escasa presencia en los territorios de las
ADR. En un segundo plano se encuentran
otros sectores como las armerías, la hostele-
ría o las granjas cinegéticas. Los beneficios
económicos obtenidos de estas últimas, a
pesar de estar muy extendidas a escala terri-
torial, son menores que los de otros sectores,
como puede ser el hostelero. Por tanto, a
pesar de que los mayores beneficios econó-
micos de la actividad cinegética parecen ser
obtenidos de los propios practicantes de di-
cha actividad (en sentido amplio), hay que
destacar la importancia del sector servicios:
hostelería, armerías y todas las empresas que
apoyan a la actividad cinegética, que pueden
ser potenciadas para favorecer el desarrollo
en las zonas rurales andaluzas.
Las ADR han canalizado un total de
827.000 euros en subvenciones para el fo-
mento del sector cinegético. Como se refle-
ja en la Fig.4, más del 40% se ha destinado a
implantación de granjas cinegéticas. A pesar
de la baja subvención dirigida a actividades
de formación / divulgación, los estudios fi-
nanciados han sido numerosos (más del 25%
en número de proyectos), dato que conside-
ramos muy importante en orden a potenciar
el desarrollo del sector cinegético en el me-
dio rural andaluz.
Propuestas
Los autores del presente estu-
dio proponemos, a la vista de
los resultados y opiniones re-
flejados por las encuestas, una
serie de actuaciones en casca-
da con objeto de mejorar las
actuales estrategias de gestión,
y que podrían llevarse a cabo
desde ARA. Consistirían en:
(1) Informar al sector cinegéti-
co sobre la conveniencia de re-
alizar seguimientos de la abun-
dancia de las especies cinegéti-
cas, seguimientos de las enfer-
medades de la fauna silvestre, y
registros detallados de las cap-
turas cinegéticas y de las actua-
ciones de gestión.
(2) Fomentar la realización de
cursos de formación en el me-
dio rural para técnicos que se
encarguen de realizar los segui-
mientos de abundancia y del
estado sanitario, los seguimientos de la pre-
sión cinegética y las actuaciones de gestión,
y para que tengan capacidad de analizar los
efectos de éstos dos últimos sobre las po-
blaciones de especies cinegéticas.
(3) Impulsar ayudas a los cotos que lleven
a cabo un seguimiento adecuado de la abun-
dancia de las poblaciones de especies de ca-
za, de los procesos (enfermedades, presión
cinegética aplicada) y de las actuaciones de
gestión (manejos de hábitat, repoblaciones).
(4) Impulsar las ayudas a empresas, orga-
nizaciones o asociaciones que coordinen el
seguimiento a escala comarcal, procesen los
datos y aseguren su continuidad a largo pla-
zo. Se deberían también potenciar aquellas
empresas u organizaciones que coordinen a
escala comarcal el análisis veterinario de los
cadáveres encontrados o de animales de ca-
za, procesen los datos y mantengan segui-
mientos a largo plazo.
Conclusiones
En conclusión, el sector cinegético es consi-
derado por las ADR como un sector con po-
tencial de desarrollo en el ámbito rural. Las
ADR están dispuestas a favorecerlo, porque
lo que consideran beneficioso no sólo co-
mo complemento a las rentas agrícolas sino
también como impulsor del sector servicios
que rodea a la actividad cinegética, y como
medio de conservación del medio natural.
Aunque el recurso cinegético tiene una
gran importancia en Andalucía, los proble-
mas con los que se enfrenta son numerosos:
mala gestión cinegética, desconocimiento
de las enfermedades de fauna silvestre, y fal-
ta de seguimiento de las poblaciones, proce-
sos y actuaciones, lo que sugiere un campo
de actuación interesante para las ADR. La
potenciación del sector cinegético es posible
a través de información, promoción y divul-
gación, impulso del turismo cinegético, ayu-
das para desarrollar o incrementar una agri-
cultura más acorde con la conservación de
las especies cinegéticas o subvenciones a em-
presas que coordinen la gestión y segui-
miento de las poblaciones cinegéticas y sus
procesos a escala comarcal. Las actuales in-
versiones en actividades cinegéticas se han
llevado a cabo mayoritariamente por las
ADR que mantienen vínculos con el sector
cinegético, pero en general existe una im-
portante falta de comunicación con este sec-
tor. Por último, debemos destacar el papel
estratégico de las ADR para poner en con-
tacto el sector cinegético con la investiga-
ción y el desarrollo, a través de trabajos co-
mo el que se presenta en este artículo.
c
asi el 80% de las ADR considera
que el recurso cinegético puede
contribuir de forma importante
al desarrollo rural
Fig. 1
Fig. 2
Fig. 3
Fig. 4
Cuadro 1. En este cuadro se muestran algunas de las herramientas de
gestión cinegética que se han analizado en este trabajo, comentando
en qué consisten y cuál es su utilidad.



primavera 2003 · tierra sur
29
28
ara
· tierra sur · documentos
Es relativamente frecuente oír y leer hoy opiniones acerca de los beneficios de la
caza, no ya como actividad deportiva, sino como complemento a la renta de zonas
rurales. La realidad es que tal actividad se asocia con una serie de problemas que,
a veces, derivan en conflictos de mayor o menor alcance. Para tratar de sintetizar
estos conflictos, antes de ocuparnos del aspecto económico, se podría decir que
junto a una corriente social contraria a la caza, fundamentalmente de grupos
ecologistas (no todos) o ambientes urbanos que, siguiendo el ejemplo de algunos
países europeos (Gran Bretaña, Italia), no renuncian incluso a solicitar su prohi-
bición, existe el colectivo de cazadores, por otra parte de perfil muy variado, y mu-
chos habitantes de zonas rurales que abogan por su mantenimiento. Aunque no es
el objetivo del presente trabajo, diremos que desde el punto de vista técnico se
superan la mayoría de los problemas que se aducen como inherentes a la caza, lo
que no significa que deba renunciarse a la investigación (efectos de repoblaciones
cinegéticas sobre los ecosistemas, consanguinidad en cotos cerrados, etc).
Los más de un millón de cazadores españoles con licencia (249.432 licencias en
Andalucía en 2000, JUNTA DE ANDALUCÍA) obviamente desean mantener la ac-
tividad que practican. En el caso de las zonas rurales, sus habitantes, aunque no
sean cazadores, ven en el ejercicio de la caza algo natural sin apenas connota-
ciones negativas. Esta diferente actitud ante la caza se ha podido demostrar sis-
temáticamente mediante encuestas, al menos en la provincia de Córdoba, de-
pendiendo de si el encuestado residía en núcleo urbano o zona rural (GONZÁLEZ
ARENAS, 2000). Otros trabajos confirman la opinión positiva que las zonas rura-
les tienen, en general, de la actividad cinegética. Dentro de estos aspectos po-
sitivos, se incluye la oportunidad de incrementar y diversificar la renta agraria.
La caza y el medio rural
.
Se debe distinguir entre caza mayor y menor, por varias razones. En primer lu-
gar, la caza mayor necesita, por la propia biología de sus especies, ecosiste-
mas forestales más o menos desarrollados, con un cierto grado de conserva-
ción de la cubierta vegetal. Con una adecuada gestión, mantener la caza ma-
yor significa mantener la potencialidad del ecosistema. Por ello, esta actividad
supone una garantía de conservación. En las fincas públicas forestales que al-
berguen caza mayor, la decisión es más compleja, puesto que confluyen otras
demandas sociales, fundamentalmente de uso público (recreativo, educacio-
nal, científico) que pueden ser incompatibles con la actividad cinegética.
Además, como se verá más adelante, si se exceptúa el aprovechamiento de
corcho y montanera, en estos terrenos la caza es la mejor opción económica.
En el caso de la caza menor (obviamente, en cotos de caza mayor también se
puede aprovechar la caza menor; no olvidemos las tiradas de zorzales, palomas
y el reclamo de perdiz), suele cambiar la tipología social del cazador, pero, fun-
damentalmente, el sustrato físico del terreno cinegético, que en la mayoría de
los casos es un agrosistema a base de cultivos agrícolas, completados, en su ca-
so, con aprovechamiento ganadero y zonas sin labrar. En esta situación, aun
aceptando que la renta agraria, en términos reales, solo se mantiene a base de
subvenciones, es, en cualquier caso, muy superior a la cinegética. Es decir, des-
de una perspectiva económico-financiera, la caza no sería la mejor opción frente
a las prácticas agrarias actuales. Sin embargo, sí es un complemento intere-
sante que se puede ajustar a las nuevas directrices agrarias que van buscando
sustituir en lo posible productos excedentarios por productos de calidad, redu-
ciendo los agroquímicos empleados en la obtención de dichos productos.
Renta cinegética y agraria
.
A fin de concretar las ideas expuestas en apartados anteriores, se exponen da-
tos medios, obtenidos de casos concretos y de indagaciones en el sector fo-
restal y agrario. Analizaremos valores de renta directa; para estimaciones sobre
el flujo monetario directo e indirecto que mueve la caza se puede consultar a
GONZÁLEZ ARENAS (2000).
Caza mayor
.
La renta neta oscila, dependiendo de la intensidad de la gestión (cercado o no,
con o sin alimentación suplementaria, existencia o no de ejemplares trofeo) en-
tre 12-48 euros/ha y año. Téngase en cuenta que para que el aprovechamiento,
y por consiguiente la renta, sea sostenida, deben asignarse gastos a la conser-
vación del hábitat, lo que no siempre se hace, por lo que los valores anteriores
nunca deben asimilarse a ingresos.
Rentas superiores a estas solo las alcanzan alcornocales maduros con extrac-
ción periódica de corcho (aprox. 90-100 euros/ha y año, aunque con fuertes os-
cilaciones del precio), donde, además, la caza es una actividad compatible y, por
tanto, su renta se sumaría a la del corcho, y los sistemas adehesados para ga-
nadería (100-140 euros/ha y año), pero, en este caso, con problemas de rege-
neración de la cubierta vegetal, si bien con un sistema de pastoreo adecuado es
asimismo compatible su aprovechamiento con el de la caza.
Caza menor
.
Para evaluar las posibilidades de que la renta cinegética sea un factor realmente
a considerar por el agricultor, nos centraremos en la agricultura de secano,
puesto que las producciones en regadío suponen rentas tan altas en compara-
ción a la cinegética, que es muy difícil que una explotación se diseñe según la
capacidad biocinegética de la misma.
A fin de tener una referencia, se puede aceptar, considerando a la perdiz roja
(Alectoris rufa) como la especie principal y más cotizada (30 euros/pieza), y una
tasa óptima de aprovechamiento de 2 perdices/ha y año, una renta neta cine-
gética de 60 euros/ha y año.
En la actual situación de subvenciones, incluso en secano, con rentas netas, in-
cluidas subvenciones, de 150-550 euros/ha y año según calidad del suelo, es
también improbable que la explotación se defina según la potencialidad de la ca-
za. No obstante lo anterior, se puede justificar el fomento del aprovechamiento ci-
negético en los sistemas agrícolas, de acuerdo a las siguientes consideraciones:
-La renta cinegética sí puede ser superior y adicional en los terrenos denomina-
dos erial a pastos, cuya renta, sin caza, atribuible solo al pastoreo extensivo y
estacional, no suele superar los 6 euros/ha y año.
-En agricultura, incluso intensiva, la renta cinegética, aunque quizá no llegue a
los 60 euros/ha, sí puede ser complementaria y significativa, adoptando algunas
medidas, muchas de ellas de coste cero, por ejemplo: ajustar en lo posible las ta-
reas más impactantes (laboreo, siega) a los ciclos reproductivos de las especies,
no quemar sino enterrar rastrojos, empleo de fitocidas y plaguicidas de baja to-
xicidad para la fauna, etc. Merece destacarse que en el porcentaje de tierras re-
tiradas obligatoriamente del cultivo (en torno al 10% de la superficie agrícola), si
se elige la opción retirada con cubierta vegetal, en ese porcentaje se puede ob-
tener la renta cinegética óptima a coste cero.
-El olivar puede acogerse al sistema ecológico de no laboreo donde, además de
protegerse el suelo frente a la erosión, se alcanzaría una óptima densidad para el
conjunto de especies de caza menor (perdiz, conejo, liebre, zorzal, tórtola). Este
sistema de cultivo ecológico puede percibir subvenciones, y, en contra de lo que
pueda pensarse, la presencia de una cubierta herbácea natural no tiene por qué
mermar la disponibilidad hídrica del olivar sino que, al consolidar la estructura del
suelo, puede mejorar dicha disponibilidad.
Conclusiones
.
Con independencia de circunstancias como actitud personal y social ante la caza,
desde el punto de vista de la renta agraria, el aprovechamiento de la caza es fre-
cuentemente el más rentable en fincas con suelo de aptitud forestal, con la ex-
cepción del corcho y, coyunturalmente, la ganadería extensiva, con menor impacto
que ésta sobre la cubierta vegetal si se planifica correctamente, al requerir, sobre
todo la caza mayor, ecosistemas más diversos y evolucionados.
En el caso de sistemas agrícolas de secano la influencia de la caza en el incremento
de la renta puede ser del 10-50% (valorando económicamente el caso frecuente de
uso deportivo), pudiendo incluso convertirse la caza en la opción más rentable, en
una hipotética situación sin subvenciones. En explotaciones de regadío la influencia
es, lógicamente, mucho menor, no teniendo influencia significativa sobre la renta.
Si se aplica el porcentaje obligatorio de retirada de tierras a dejar cubierta na-
tural herbácea, así como si se opta por un cultivo de olivar sin laboreo y fitocidas
de bajo impacto, se pueden conseguir rentas cinegéticas significativas, incre-
mentando la renta agraria.
Por último, decir que en las zonas rurales el aprovechamiento cinegético, al ser más
social y menos comercializado, el aumento de la renta cinegética puede no verse re-
flejado en los contratos de arrendamiento y/o cesión de derechos cinegéticos de los
agricultores a los cazadores, muchos de los cuales son a título gratuito a cambio de
participar en las cacerías o disfrutar de una mayor vigilancia de los terrenos por la
guardería de caza o la mera constitución de cotos, impidiendo el libre tránsito de ca-
zadores que se da en terrenos no sujetos a régimen cinegético especial.
Finalmente, decir que no se ha tenido en cuenta en este trabajo el flujo econó-
mico paralelo a la actividad cinegética, como empleo fijo y eventual en terrenos
cinegéticos, hostelería, comercio asociado (armería, taxidermia, guarnicionería,
etc.) y que, al depender de la caza, contribuyen a reforzar la valoración econó-
mica de dicha actividad.
ECONOMÍA DE LA CAZA
Ricardo Zamora Díaz
Profesor Titular Dept. Ingeniería Forestal
Universidad de Córdoba
REFERENCIAS:
GONZÁLEZ ARENAS, J. 2000. La caza en Córdoba, caracterización ambiental, económica y so-
cial de su gestión y desarrollo. Tesis Doctoral. Universidad de Córdoba.
JUNTA DE ANDALUCÍA. www: cma.junta-andalucia.es.






primavera 2003 · tierra sur
31
30
ara
· tierra sur · comarcas
Desde la era más elevada de las tres que
pueden verse en la aldea de los Pánchez
--una sobre otra, en terrazas escalona-
das--, la vista cubre una vasta dehesa que
hacia el norte se pierde en torno a Fuente
Obejuna. El espectáculo, magnífico, invita
a recorrer los muchos caminos señalizados
que se anuncian a la entrada de Los Pán-
chez y de las otras aldeas de alrededor. De
las tres zonas claramente diferenciadas en
que se puede clasificar la comarca del Alto
Guadiato, La Dehesa es de momento la
más orientada al turismo. En la propia al-
dea de Los Pánchez hay tres casas rurales
de gran tamaño y perfectamente acondi-
cionadas que muestran el modo en que se
está desarrollando y se quiere desarrollar el
sector en esta comarca cordobesa, formada
por seis municipios: Los Blázquez, Valse-
quillo, La Granjuela, Peñarroya-Pueblo-
nuevo, Belmez y Fuente Obejuna.

El plan de desarrollo del Alto Guadiato
considera que el futuro de la comarca debe
tener como principal objetivo el aprovecha-
miento sostenible de los recursos de la de-
hesa, entre los que el turismo ocupa un lugar

muy importante junto con la tradicional ac-
tividad agrícola y ganadera, y las nuevas
empresas que están surgiendo relacionadas a
la industria agroalimentaria y la cultura.

La comarca está en pleno proceso de
cambio tras la práctica desaparición de la
actividad minera, que durante décadas ocu-
pó a una gran parte de la población, sobre
todo en los municipios de Peñarroya-Pue-
blonuevo y de Belmez. Peñarroya, en par-
ticular, era un pueblo ligado por completo
al desarrollo industrial que la minería y el
ferrocarril trajeron consigo y hoy tiene que
hacer frente a un duro proceso de recon-
versión. De los aproximadamente 30.000
habitantes que llegó a tener a mitad del si-
glo XX ha pasado a pocos más de 13.000.
Aun así, su población representa más del
40% del total de la comarca. En los últimos
años están surgiendo numerosas iniciativas
para reorientar la economía en otras direc-
ciones, tratando de aprovechar el apoyo
que brindan las administraciones públicas a
las antiguas zonas mineras.

Los edificios que forman el complejo
minero --chimeneas, naves y estructuras
metálicas preparadas para extraer el car-
bón-- muestran, incluso en ruinas, un per-
fil imponente, y parece razonable pensar
que se destinarán a nuevos fines. La em-
presa francesa que explotó las minas hasta
hace unas décadas dejó además como lega-
do algunos edificios residenciales de indu-
dable valor que no resultan chocantes pese
a su estilo ajeno a la tradición de la zona.
Como en otros lugares mineros, estos edi-
ficios importados están tan arraigados en la
historia como una casa de labranza.

Muy cerca de Peñarroya-Pueblonuevo,
en dirección a Córdoba, está Belmez, mu-
nicipio minero también durante todo el si-
glo XX y parte del XIX, desde que un veci-
no de Almadén descubrió las posibilidades
de explotación carbónifera de su suelo. Tie-
ne una larga historia, que ha dejado algu-
nos monumentos importantes como el cas-
tillo, del siglo XIII, que corona el pueblo
desde un montículo; la parroquia de la
Anunciación y la ermita de la Virgen de
los Remedios, herencia del Renacimiento y
el Barroco. Belmez cuenta con una zona
agrícola extensa, de regadío y de secano,

L
a comarca del Alto Guadiato disfrutaba hace unas décadas
de una buena situación económica gracias a la actividad mi-
nera, pero la extracción del carbón a gran escala es ya definiti-
vamente cosa del pasado, y hoy la población ha vuelto la vista
hacia las estribaciones de Sierra Morena, donde una magnífica
dehesa muestra grandes posibilidades como eje de desarrollo.
donde se producen fundamentalmente ce-
reales y aceitunas para aceite. Y dentro de
La Dehesa tiene las aldeas de Doña Rama,
El Hoyo y El Entredicho.

La zona de La Dehesa se extiende por
el sur del Alto Guadiato, la zona minera
por el noreste, y al noroeste se encuentran
las tierras de cultivo, que ocupan una parte
del municipio de Fuente Obejuna --en
torno a las aldeas de Cuenca, Coronada y
El Porvenir-- y los municipios de Los
Blázquez, La Granjuela y Valsequillo. Si en
La Dehesa se puede observar al cerdo ibé-
rico casi debajo de cada encina, a veces en
fraternal convivencia con los corderos, en
las tierras del norte, en un terreno más lla-
no, predomina el cereal, aunque cuando el
terreno se empina ligeramente y, sobre to-

do en torno a Valsequillo, otras vez apare-
cen las dehesas de encinas y el ganado.

De La Granjuela ya había noticias en el
siglo XIII, pero Los Blázquez y Valsequillo
surgieron como refugio de los vecinos de
Fuente Obejuna que huían de aquel nefasto
comendador Fernán Gómez de Guzman a
fines del siglo XV. En el XIX se constituye-
ron como municipios independientes. Es-
tos pueblos agrícolas, de pocos habitantes,
fueron destruidos durante la Guerra Civil,
y hubo que reedificarlos partiendo casi de
cero en la posguerra, bajo las directrices
del programa Regiones devastadas. Las ca-
sas siguen los patrones tradicionales de la
zona pero las calles presentan un orden ur-
bano más regular, trazado de una vez. Aun-
que presentan unas envidiables condiciones

para el turismo, parece que la tradición
agraria está otorgando prioridad a la in-
dustria agroalimentaria como elemento de
desarrollo, según prueban algunas fábricas
creadas durante los últimos años.

Fuente Obejuna
Después de Peñarroya-Pueblonuevo, el
municipio con mayor número de habitan-
tes es Fuente Obejuna, célebre desde que
Lope lo inmortalizara en una de las obras
más famosas del teatro clásico español. El
argumento lo tomó de una revuelta riguro-
samente histórica que tuvo lugar en el año
1476, cuando los vecinos, hartos de los
abusos del comendador mayor de la orden
de Calatrava, don Fernán Gómez de Guz-
mán, se levantaron contra él y lo mataron

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS
· La Comarca del Valle del Alto Guadiato se sitúa al noroeste de la provincia de
Córdoba, lindando con la provincia de Badajoz, entre las laderas de Sierra Mo-
rena y el Valle de los Pedroches.
· Las poblaciones de esta comarca, seis municipios con 17 aldeas, ocupan
una superficie heterogénea en un total de 114.600 has.
· El río Guadiato, que nace en Fuente Obejuna, es el elemento identificador
de la comarca. En él desembocan numerosos arroyos que la cruzan. Junto al
agua, destacan diversidad de elementos hidráulicos como fuentes, norias o pi-
lares, y descansaderos de ganado, que constituyen parte del patrimonio de es-
ta zona.
· La comarca presenta una gran variedad ambiental, existiendo serranías, valles
y zonas de media ladera, que dan lugar a una importante diversidad de flora y fauna.
· La mayor parte del área comarcal pertenece a la cuenca del Guadalquivir. A
la cuenca del Guadiana pertenece solo la zona noroeste.
· El embalse de Sierra Boyera, situado en el cauce del río Guadiato, entre las
localidades de Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo, abastece de agua a una po-
blación de 76.108 habitantes y en él se desarrollan actividades náuticas como
remo, vela, piragüismo o windsurf.
· El Valle del Guadiato cuenta con 41.177 hectáreas de área forestal, lo que
supone el 36% de su superficie comarcal. En esta área, existe una gran va-
riedad de plantas medicinales y aromáticas para uso farmacéutico, dietético y
cosmético.
· Excavaciones arqueológicas realizadas en distintas zonas han puesto de mani-
fiesto asentamientos paleolíticos, neolíticos y de la Edad de los Metales, legando nu-
merosos dólmenes que configuran parte del patrimonio arqueológico actual.
· La minería de carbón representa todavía hoy un sector económico a destacar
y que junto al desarrollo industrial al que estuvo ligada, ha dejado importantes
vestigios de su trascendencia pasada a través de numerosos edificios e indus-
trias de un marcado estilo francés.
· En la comarca hay 142 cotos de caza en 94.098 hectáreas.
· Fabricación de embutidos, secaderos de jamones y elaboración de queso son
industrias con muy buenas perspectivas de desarrollo.
· La agricultura ecológica en las dehesas del Valle del Alto Guadiato es hoy
una alternativa al modelo intensivo de producción de otras zonas.
· La ganadería extensiva de ovino y porcino da origen a unos productos de pri-
mera calidad, principales ingredientes de la gastronomía de la comarca.
· El porcino ibérico de la comarca es de una raza autóctona española, criado y
engordado en régimen extensivo en las dehesas.
· El olivar es un cultivo en auge, distribuido en explotaciones pequeñas prin-
cipalmente, que oscilan entre las dos y las ocho hectáreas.
· Las setas, los espárragos y la miel son recursos de gran variedad con gran-
des potencialidades para la gastronomía y el turismo.
· La comarca es un auténtico refugio de aves, que pasan allí gran parte del
año, o bien eligen la zona como lugar de paso en sus migraciones.
· Abundan algunos mamíferos adaptados al medio y de gran interés cinegético,
como el jabalí o el ciervo, o aves como la perdiz o la codorniz, con grandes po-
blaciones en todo el entorno del Alto Guadiato.
· En los últimos años han surgido numerosos alojamientos rurales, que han au-
mentado el número de visitantes que acuden a esta comarca, atraídos por su pa-
trimonio y las actividades cinegéticas.
El Alto Guadiato
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De la mina a la dehesa






primavera 2003 · tierra sur
33
EL GRUPO DE DESARROLLO
El Grupo de Desarrollo se constituyó bajo la forma de Socie-
dad Anónima en septiembre de 1995, con una amplia repre-
sentación comarcal y con una participación privada supe-
rior a la pública, de manera que por vez primera el sector pri-
vado ha tenido la oportunidad de tomar decisiones que tra-
dicionalmente han sido competencia de las Administraciones
Públicas.
El Grupo ha gestionado durante el periodo 1995-1999, la
Iniciativa Comunitaria LEADER II, con los siguientes re-
sultados:
· La inversión total en la comarca, con Leader II, ha sido de
1.419.534.376 ptas., lo que ha supuesto un gasto público de
735.649.512 ptas.
· Con esta iniciativa se han creado 82 nuevos puestos de
trabajo y se han consolidado 77.
· La creación de nuevas empresas ha sido de 23, dato de
especial relevancia en una comarca con iniciativa empresarial
prácticamente inexistente.
· La creación de camas para turistas ha sido de 138. El au-
mento relativo es totalmente exponencial, ya que en la si-
tuación inicial el turismo rural no era práctica habitual en la
comarca.
· De igual manera se ha producido un crecimiento expo-
nencial en el número de empresas del sector agroalimentario,
basado en la transformación de productos endógenos de ca-
lidad. Entre las actividades llevadas a cabo por el Grupo ca-
ben destacar:
· Actuaciones de dinamización ­sensibilización de la po-
blación con el objetivo de dar a conocer las posibilidades de
desarrollo de la comarca, entre las que cabe destacar el pro-
grama de radio `El Desarrollo Rural Pueblo a Pueblo' en cola-
boración con el G.A.L. Los Pedroches.
· Estudios, Inventarios, Planes, etc, que han pretendido
dar a conocer la riqueza patrimonial y turística del Valle del Al-
to Guadiato, para su puesta en valor y aprovechamiento como
recurso económico.
· Organización y participación en jornadas formativas y di-
vulgativas de diferentes aspectos relacionadas con actividades
económicas emergentes de la comarca y participación en se-
minarios, ferias, etc., como herramienta para acercar el desa-
rrollo a la población, promocionar la comarca y dar a conocer
producciones locales de calidad.
· Impulso y fomento del asociacionismo en la comarca co-
mo instrumento de desarrollo, creando la Asociación para el
Desarrollo del Turismo Rural en el Valle del Alto Guadiato, la
Asociación para el Desarrollo de las Producciones Ecológicas
en el Valle del Alto Guadiato y la Asociación de Artesanos del
Valle del Alto Guadiato.
· Apoyo a la inversión de proyectos encaminados a la recupe-
ración del patrimonio histórico, paisajístico, arquitectónico, et-
nológico, etc...
· Implantación de nuevas tecnologías en el Valle del Alto
Guadiato: Instalación de un Telecentro comarcal con el fin de
impulsar un acercamiento a la sociedad de la información.
· Integración de mujeres y jóvenes en las actuaciones de
desarrollo rural.
· Proyectos de cooperación:
· Creación de una red de artesanos para promocionar y
comercializar sus productos en el que han participado grupos
españoles, un grupo francés y otro finlandés.
· Red Europea de los productos típicos de calidad, para pro-
mocionar y comercializar en común productos agroalimenta-
rios de las comarcas integradas en dicho proyecto pertene-
cientes a España, Italia y Grecia.
· Red Europea de Turismo Rural, en la que se pretende de-
sarrollar un sistema de promoción y comercialización en el
ámbito turístico de las comarcas participantes que son es-
pañolas e italianas.
FUTURO
En abril del año 2000 se constituye la Asociación Grupo de
Desarrollo Rural Valle del Alto Guadiato, nacida bajo el auspi-
cio del Grupo de Acción Local GUADIATO 2000, S.A., como
núcleo de convergencia y representación de todos los intere-
ses comunes para el desarrollo del Valle del Alto Guadiato,
con el objetivo principal de la promoción, dinamización y ra-
cionalización del desarrollo rural integral de esta comarca. En
ella se aglutinan todos los intereses sociales, políticos y eco-
nómicos de la comarca, contando en la actualidad con
96 asociados.
El objetivo general sobre el que se vertebrarán las acciones
de desarrollo es el `Aprovechamiento y valorización de los
recursos de la comarca para la creación de una economía sos-
tenible, basada en La Dehesa'.
Para la consecución de este objetivo se van a
utilizar todos los instrumentos necesarios, como el PRODER
de Andalucía, para cuya gestión ha sido seleccionado el gru-
po, que forma parte además de dos Grupos de Cooperación
LEADER +, para proyectos denominados:
· Acercamiento de las nuevas tecnologías a la población ru-
ral para romper situaciones endémicas de aislamiento.
· El Patrimonio de tu territorio.
El G.D.R. Valle del Alto Guadiato ha solicitado además la Ini-
ciativa INTERREG, en un proyecto denominado Herramientas
para la construcción de un mundo rural, `Activa rural', con los
objetivos de:
· Crear una base técnico-científica, fomentando la coope-
ración científica y técnica entre nuestros territorios.
· Adaptación del territorio y cualificación del mismo cara a
hacer frente a dos prioridades: la rehabilitación y conserva-
ción del patrimonio en los núcleos rurales y las necesidades
derivadas de la introducción de las nuevas tecnologías y la in-
novación en las estructuras agrarias.
· Alentar la introducción en nuevos mercados de las pro-
ducciones de los territorios cooperantes.
Además el Grupo está inmerso en la ejecución de un proyecto
con otras comarcas andaluzas, integradas en la Asociación Tie-
rra, para certificar la calidad de los alojamientos rurales y otro
denominado "Comercios Innovadores de Proximidad. Red de
Comercios Rurales".
una noche del mes de abril de aquel año,
tal como recoge el cronista Francisco de
Rades y Andrade: "...Con esta determinación
y furor del pueblo ayrado, con voz de Fuente-
Obejuna, se juntaron una noche del mes de
abril del año mil e quatrocientos e setenta seis,
los alcaldes, regidores, justicias e regimiento,
con los otros vezinos, y con mano armada en-
traron por fuerza en las casas de la Encomien-
da Mayor, donde dicho Comendador estava.
Todos apellidaron Fuente-Obejuna, Fuente-
Obejuna, y dezian: "Vivan los Reyes Don
Fernando y Doña Isabel y mueran los traido-
res y malos Christianos...".
"...Desta manera, con un furor maldito y
ravioso, llegaron al Comendador, y pusieron
las manos en él y le dieron tantas heridas que le
hizieron caer en tierra sin sentido. Antes que
diesse el ánima a Dios, tomaron su cuerpo con
grande y regocijado alarido diziendo: "Vivan
los Reyes y mueran los traidores" y le echaron
por una ventana a la calle...".
No era la primera vez que se levantaba
Fuente Obejuna contra un comendador.
Existía un precedente fechado en el año
1450. Estos acontecimientos y sobre todo
la posterior obra de Lope han convertido
a Fuente Obejuna en el símbolo de la lu-
cha contra los excesos de los poderosos
generación tras generación hasta nues-
tros días.
El peso histórico de esta ciudad puede
rastrearse en varias iglesias y capillas de los
siglos XV al XVIII, de sencilla y austera
belleza, y en el conjunto de casas señoria-
les diseminadas por su casco antiguo. Fuen-
te Obejuna es una pequeña y hermosa ciu-
dad, que está llamada a ocupar un lugar
destacado como destino turístico si sabe
aprovechar sus oportunidades, como la
que le brinda el teatro. Desde 1992 se vie-
ne representando la obra de Lope cada dos
años, de forma continuada, con los veci-
nos del pueblo como protagonistas, y co-
mo escenario, la plaza donde sucedieron
los hechos. Antes de 1992 se había repre-
sentado la obra en varias ocasiones, e igual
que en la actualidad, siempre con gran éxi-
to. Hasta 1962 las representaciones conta-
ron con los actores más destacados del te-
atro español, dejando a los vecinos el pa-
pel de figurantes, pero desde aquel año és-
tos asumieron todo el protagonismo, lo
que resulta ya una constante en la historia
de esta villa. El primer `Fuente Obejuna'
lo representó la compañía de Enrique Bo-
rras y de Margarita Xirgú los días 23, 24 y
25 de agosto de 1935.
Este artículo se iniciaba en Los Pán-
chez, una de las 14 aldeas incluidas en el
término de Fuente Obejuna, en plena De-
hesa. Las otras son El Alcornocal, Arga-
llón, Cañada del Gamo, Coronada, Cuen-
ca, La Cardenchosa, Los Morenos, Naval-
cuervo, Ojuelos Altos, Ojuelos Bajos, Pi-
concillo y Posadilla. El Porvenir, que suma
la aldea décimocuarta de Fuente Obeju-
na, está, como queda dicho, al norte, y
tiene su origen en la actividad minera de
las zonas próximas. El visitante tiene, por
tanto, donde escoger para comer y dor-
mir en esta comarca. El Alto Guadiato es
un estupendo destino turístico, y es tam-
bién un magnífico lugar para vivir.
l
a zona de La Dehesa se
extiende por el sur del
Alto Guadiato, la zona
minera por el noreste, y
al noroeste se
encuentran las tierras de
cultivo
32
ara
· tierra sur · comarcas



obligado a garantizar al resto de la socie-
dad, pero que sin embargo ésta no parece
haber sabido recompensar a su debido
tiempo. El sello FSC aporta un valor aña-
dido a los productos forestales y supone
una mejor incursión de los mismos en el
mercado. Productos no solamente made-
rables, sino otros propios de nuestros
montes mediterráneos como el corcho o la
resina pueden encontrar en la certificación
forestal una fórmula innovadora e inme-
jorable de marketing ambiental como re-
compensa social a las externalidades del
monte. Este es el impulso que hoy día ne-
cesitan muchas de nuestras zonas rurales,
con el aliciente añadido de encajar per-
fectamente en la filosofía de los progra-
mas Proder y Leader Plus desde los que
desarrollar proyectos de certificación fo-
restal en comarcas, municipios o en mon-
tes particulares.
El FSC y la Agenda 21 Local
Uno de los apartados en los que se concre-
tan los acuerdos alcanzados en la Cumbre
de Río es el desarrollo de la denominada
Agenda 21 Local, documento desde el cual se
pretende fomentar el compromiso de los
poderes locales, para iniciar, en colabora-
ción con sus ciudadanos y los distintos gru-
pos de interés, un plan de desarrollo cen-
trado en las oportunidades y valores locales.
Entre los objetivos de la Agenda 21 Local
se encuentra la conservación y el uso ra-
cional de los recursos forestales. En este
sentido y bajo el enfoque integrador de los
tres pilares básicos del desarrollo sostenible
(ambiental, económico y social) la certifi-
cación de la gestión forestal del FSC se
constituye también como una importante
medida que las entidades locales pueden
aplicar en el desarrollo de sus Agendas 21,
bien mediante la certificación de la gestión
de sus masas forestales o bien comprome-
tiéndose con políticas de compra de pro-
ductos procedentes de masas forestales cer-
tificadas por el FSC (mobiliario urbano,
construcción de edificios,...).
FSC, una realidad
En estos momentos son más de 29 millo-
nes de hectáreas las que el FSC ha certifi-
cado en todo el mundo. El sello FSC está
presente hoy día en 56 países y la deman-
da de productos certificados cada vez es
mayor a la vez que el número de empresas
que desean acceder al mercado de los pro-
ductos FSC.
El comercio de la madera y otros produc-
tos forestales es internacional. En él com-
piten diferentes clases y calidades de pro-
ductos en todo el mundo. Por ello el siste-
ma FSC se desarrolla para actuar en los
bosques de todo el planeta. Este enfoque
global, además de ser un sistema integrador
y transparente para todos los actores im-
plicados en la gestión forestal ha otorgado
al FSC el apoyo de las principales ONGs
sociales y de conservación de todo el pla-
neta, lo que le hace ser un sistema de certi-
ficación creíble.
Una sociedad cada vez más comprometida
con el medio ambiente y el entorno social
de los montes, demandará, cada vez con
más frecuencia, productos forestales obte-
nidos de manera responsable. Hoy por
hoy, la etiqueta FSC es la única que ofrece
esta garantía.
WWF/Adena, delegación española del Fondo Mundial para la
Naturaleza, apoya el desarrollo de la certificación forestal del
FSC como herramienta creíble para la mejora de la gestión de los
bosques en todo el planeta. WWF/Adena no es una entidad
acreditadora ni certificadora.
NOTA: El desarrollo de la certificación del FSC en España se
puede seguir en la página web de WWF/Adena (www.wwf.es.).
Más información:
Félix Romero Cañizares
Coordinador de Certificación Forestal
WWF/Adena
Gran Vía de San Francisco, 8 Esc.D
28.005 Madrid
Tel. 91 354 05 78
[email protected]
www.wwf.es
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La Conferencia de Río de Janeiro será
siempre recordada por su trascendencia en
la difusión del concepto actual de Desa-
rrollo Sostenible. Desde entonces, la teoría
sobre la justicia y la equidad intra e inter-
generacional a través del compromiso so-
cial, del respeto al medio ambiente y del
crecimiento económico equilibrado ha ser-
vido de argumento para numerosos docu-
mentos, debates, conferencias y estrategias
políticas. Sin embargo no parece tan claro
que se hayan encontrado y aplicado ins-
trumentos que materialicen tan nobles con-
ceptos en pro de los pueblos, de sus gentes
y de su entorno.
En el año 1993, con el objeto de aplicar las
resoluciones de la Cumbre de Río en torno
a las masas forestales de todo el planeta,
comenzó a desarrollarse la Certificación
Forestal del FSC. El FSC está constituido
desde entonces como una ONG indepen-
diente que aglutina, bajo el principio fun-
damental de la participación, a propieta-
rios forestales, industria, comunidades lo-
cales, organizaciones medioambientales,
sindicatos, grupos indígenas, etc. en tres
cámaras (social, ambiental y económica),
de igual peso y equilibradas a su vez inter-
namente para igualar los intereses de los
países del "Norte" y del "Sur". En definitiva
un foro activo en beneficio de la gestión
forestal donde dar cabida a todos aquellos
que de una u otra manera tienen algo que
decir sobre el futuro de los bosques y su re-
percusión social, ambiental y económica
en cualquier rincón del planeta.
Desde su origen, FSC ha conseguido sentar
en la mesa a sectores tradicionalmente en-
frentados y, donde se ha aplicado, ha per-
mitido armonizar la conservación de los
valores naturales y sociales de los bosques
con los intereses de la industria y de los
propietarios forestales particulares y públi-
cos para presentar sus productos ante una
sociedad que reconoce este equilibrio a tra-
vés del logotipo FSC.
Una certificación del desarrollo rural sostenible
La certificación forestal del FSC va más
allá de la propia certificación de una co-
rrecta práctica selvícola. El FSC basa su
certificación en el cumplimiento de unos
mínimos sociales, ambientales y económi-
cos desarrollados en 10 Principios y 56 cri-
terios generales que son aplicables a las
masas forestales de cualquier región del
mundo. El cumplimiento de la legislación
autonómica, estatal y comunitaria, el bie-
nestar social y económico de los trabaja-
dores, su formación y profesionalización,
el fomento del desarrollo de las pobla-
ciones locales, los derechos de uso de los
recursos forestales, el mantenimiento o
mejora de los beneficios ambientales,...
son algunos de los aspectos-clave de la
buena gestión forestal que premia el cer-
tificado del FSC.
La certificación del FSC se presenta como
un instrumento que permite a la adminis-
tración, al gestor y al propietario forestal,
expresarle al resto de los ciudadanos del
planeta que está realizando una gestión res-
petuosa en su monte, que lo está haciendo
bien. Un instrumento para que el sector
forestal, el gran olvidado del medio rural,
cobre mayor interés social. Para ello esta-
blece unos niveles mínimos de buena ges-
tión cuyo cumplimiento se exige al pro-
pietario o gestor forestal y cuya compro-
bación se realiza a través de auditorías
anuales en el terreno. El logotipo y la mar-
ca registrada FSC demuestran al compra-
dor del producto forestal que está adqui-
riendo un producto procedente de un
monte que aplica unas buenas prácticas en
su gestión. Es, en definitiva, un reconoci-
miento internacional al buen hacer del pro-
pietario forestal y a su compromiso con los
valores ambientales y sociales.
Por todo ello, la certificación forestal es
también herramienta de desarrollo rural,
una herramienta para internalizar benefi-
cios ambientales que el medio rural está
Certificación Forestal
FSC
,
una apuesta de desarrollo rural
L
a certificación forestal del FSC es un instrumento de comunicación a disposición de propieta-
rios, gestores e industria forestal para dar a conocer al resto de la sociedad, como consumidora
de sus productos, el compromiso existente entre la buena gestión forestal y el camino hacia lo que
hoy día entendemos por desarrollo sostenible. Tenemos en nuestras manos una potente herra-
mienta de desarrollo rural en torno al monte. El FSC (Forest Stewadship Council o Consejo de Ad-
ministración Forestal) es una ONG independiente creada en 1993 con el objetivo de promover una
gestión forestal ambientalmente respetuosa, socialmente justa y económicamente rentable.
e
l logotipo
y la marca registrada
FSC demuestran al
comprador que está
adquiriendo un
producto procedente
de un monte que
aplica unas buenas
prácticas
en su gestión

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· tierra sur · experiencias
El creciente interés por la conservación de
los espacios naturales, suscitado principal-
mente por las nuevas demandas sociales
del mundo urbano, ha dado lugar a una re-
valorización del medio natural. Estas de-
mandas se refieren esencialmente a las ac-
tividades relacionadas con el ocio y, por
lo tanto, tienen que ver con la mejora de la
calidad de vida en general. En la Reforma
de la Política Agraria Común (PAC) de
1992 y en la Agenda 2000 de la Unión Eu-
ropea se pone un especial énfasis en la pro-
tección de los ecosistemas y recursos am-
bientales en los países comunitarios como
base de un desarrollo sostenible.

En España el aumento de la demanda
de actividades recreativas y de espacios na-
turales se ha producido principalmente a
partir de los años setenta, y entre sus cau-
sas podemos destacar el crecimiento del
tiempo dedicado al ocio frente al tiempo
de trabajo, el aumento progresivo del nivel
de renta de los individuos y una mayor
sensibilización social hacia todo lo rela-
cionado con la naturaleza.

Bien es sabido por todos que el medio
ambiente cumple una serie de funciones
que afectan al bienestar de la sociedad. Por
este motivo la "economía de los recursos natura-
les" trata de encontrar la manera más ade-
cuada de su gestión. Sin embargo, muchos
bienes y recursos ambientales carecen de
un valor de mercado bien cuantificado y es
entonces cuando los responsables de la po-
lítica ambiental encuentran dificultades pa-
ra justificar el valor ecológico que corres-
ponde a estas áreas naturales.

En el año 1989, el Parlamento de Anda-
lucía promulgó la Ley 2/89 por la que se
aprobaba el Inventario de Espacios Natu-
rales Protegidos. En ella aparecía como no-
vedad la figura de Parque Periurbano, refi-
riéndose a aquellos espacios naturales si-
tuados en las proximidades de un núcleo
urbano, hayan sido creados o no por el
hombre, que se declaren como tales, con el
fin de adecuar su utilización a las necesida-
des recreativas de las poblaciones cerca-
nas. Se entiende por Parques Periurbanos
"aquellos espacios naturales situados en las
proximidades de un núcleo urbano, hayan
sido creados o no por el hombre, que sean
declarados como tales con el fin de adecuar
su utilización a las necesidades recreativas

de las poblaciones, en función de las cua-
les se declara".

Con este trabajo se pretende obtener
los beneficios sociales que proporciona el Par-
que Periurbano de Los Villares como es-
pacio recreativo y también por el hecho
de su propia existencia. Estos beneficios los
consideraremos formados por dos compo-
nentes: el valor recreativo (de uso) y el de
conservación o existencia (no-uso), los
cuales los mediremos mediante el método
del Coste del Viaje y el método de la Va-
loración Contingente.

La zona de la Sierra de Córdoba (Sierra
Morena) conocida como "Los Villares", es
un espacio natural situado en las proximi-
dades de la ciudad, que goza tradicional-
mente de una fuerte demanda de uso por
los cordobeses y que viene satisfaciendo
parte de sus demandas recreativas.

Este espacio natural coincide en parte
con un Parque Forestal de unas 60 Has de
extensión, afectado por una tradicional
afluencia de público que amenazaba la
conservación de sus valores naturales. La
necesidad de establecer un régimen de pro-
tección con el fin de preservar este enclave

E
l medio natural cada vez interesa más como lugar de ocio y
disfrute, lo cual inevitablemente incrementa los riesgos de
deterioro medioambiental. Numerosos economistas han señala-
do el libre acceso al medio natural como el responsable de la
mayor parte de los abusos que se cometen en su contra. Y to-
mando en consideración esta idea se han desarrollado métodos
de valoración económica del uso (y no uso) de espacios natura-
les, tal como se expone en este artículo referido al parque pe-
riurbano de los Villares, en Córdoba.
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y adecuar su utilización a las necesidades
recreativas y educativas de la población de
su entorno, así como promocionar el acer-
camiento de ésta a la naturaleza, motivó
su ampliación y, para ello, mediante la Or-
den de 5 de Febrero de 1990 (publicada el
13 de Febrero de 1990) se declararon co-
mo Parque Periurbano las 484 Has del
monte Los Villares Bajos (finca de titulari-
dad estatal y utilidad pública).

El Parque Periurbano Los Villares es el
primer espacio natural protegido de este tipo
que se ha creado en Andalucía (iniciativa
que se ha visto continuada con una nueva
declaración de Parque Periurbano en el área
denominada "Monte La Sierra" en la provin-
cia de Jaén - Orden de 26 de Marzo de
1991). Su régimen de uso y protección será
el establecido en la Ley 4/89, de 27 de Mar-
zo, de Conservación de los Espacios Natu-
rales y de la Flora y Fauna Silvestre; en la
Ley 2/89, de 18 de Julio de Inventario de
Espacios Naturales Protegidos de Andalucía
y en la Orden de creación de dicho espacio;
todo ello sin perjuicio de la aplicación subsi-
diaria del Plan Especial de Protección del
Medio Físico y Catálogo de Espacios y Bie-
nes Protegidos de la Provincia de Córdoba.

El Parque Periurbano Los Villares se en-
cuentra situado en la Sierra de Córdoba
(Sierra Morena), a unos 8 km. de la capital
por la CV 45 (carretera de Los Villares).
Sus coordenadas geográficas son: Latitud
37º 56´ 50´´- 37º 59´ 10´´ N; Longitud 4º
46´ 00´´- 4º 49´ 05´´ W de Greenwich. Tie-
ne una extensión de 484 Has de propie-
dad estatal. Su altitud oscila entre 550 m. y
578 m. sobre el nivel del mar.

Cuenta con un área recreativa (antiguo
parque forestal) de 60 hectáreas de exten-
sión, equipada con cocinas camperas, me-
sas rústicas, bancos, fuentes, fregaderos,
columpios, aseos, kiosco-bar, etc.

El día 3 de junio de 1992 se inauguraron
nuevos equipamientos destinados a ampliar
el uso público de la zona, en dos vertientes
fundamentales, la educativa y la recreativa,
tal y como recoge la Orden de declaración
de este espacio protegido. Los esfuerzos
económicos de los últimos años tienen co-
mo objetivo primordial, satisfacer ordena-
damente la fuerte demanda social de uso
público de la zona, haciéndola compatible
con otro tipo de medidas encaminadas a
la conservación de la naturaleza y protec-
ción del propio espacio. Los nuevos equi-
pamientos son los siguientes:

· Centro Provincial de Interpretación
de la Naturaleza.
· Sendero Peatonal Autónomo.
· Área de Recepción.
· Área de Acampada.
· Centro de Recuperación de Especies

Amenazadas.
· Infraestructura de lucha contra incen-
dios forestales.
La reciente declaración de los Villares
como Parque Periurbano implica una es-
pecial atención a la Educación Ambiental
como medio eficaz de fomentar el conoci-
miento y respeto de la Naturaleza.

La Consejería de Medio Ambiente ha
puesto en marcha una experiencia en el
ámbito de la Educación Ambiental, con el
objetivo de cumplir con la finalidad recrea-
tiva y educativa de este espacio natural y
compatibilizar éstas con otros tipos de ac-
tividades y medidas encaminadas a la pro-
tección de la naturaleza, preservando las
características por las que Los Villares fue
declarado espacio protegido.

Los recursos medioambientales son lo
que los economistas denominan recursos
de propiedad común y para los que, ade-
más, existe libertad de acceso. Gran nú-

mero de economistas han señalado este li-
bre acceso como el responsable de la ma-
yor parte de los abusos que se cometen
contra el medio natural. Según Coase (Ro-
mero, 1994), la falta de un sistema operati-
vo de precios en el caso de muchos recur-
sos medioambientales, debido fundamen-
talmente al libre acceso y a la carencia de
derechos de propiedad sobre ellos, es la
causa de los problemas medioambientales.
Como solución se propone redefinir los
derechos de propiedad, incluidos el dere-
cho a contaminar y el derecho a no ser
contaminado, para que sea el mercado, a
través del proceso de negociación, el que
defina el nivel óptimo de contaminación
y de asignación de recursos. Este enfoque
propugna en última instancia una total pri-
vatización de los bienes y una nula inter-
vención estatal (Azqueta, 1994).

La valoración ambiental puede definirse
como un conjunto de técnicas y métodos
que permiten medir las expectativas de be-
neficios y costes derivados de alguna de
las siguientes acciones: a) uso de un activo
ambiental; b) realización de una mejora
ambiental; c) generación de un daño am-
biental (Romero, 1994).

Para ello es lógico definir qué se en-
tiende por valor de un bien natural. No se
trata de un concepto de fácil definición
por la propia naturaleza de los recursos na-
turales, ya que carecen de un mercado en
el que intercambiarse y porque en muchas
ocasiones se trata de bienes públicos a los
que nadie puede restringir su consumo (por
ejemplo, los Parques Naturales y espacios
protegidos). Sin embargo, aunque el mer-
cado asigne para éstos un valor cero, es ló-
gico intuir que esto no es así. Se ha defini-
do el valor de un bien como el valor mo-
netario referido a las preferencias indivi-
duales del consumo.

Valoración económico-ambiental del
parque periurbano de Los Villares




primavera 2003 · tierra sur
39
Se van a emplear dos métodos para de-
terminar el valor económico del Parque Pe-
riurbano Los Villares: El método del Coste
del Viaje y el método de la Valoración
Contingente.
El fundamento del método del Coste
del Viaje es poco complejo. En general el
disfrute de los parques naturales es gratuito
(normalmente no se cobra por la entrada a
los mismos y cuando se hace el precio es
más bien simbólico); sin embargo el visi-
tante incurre en una serie de gastos para
poder disfrutar de ellos: unos costes de via-
je. Se trata, por tanto, de intentar estimar
cómo varía su demanda del bien ambiental
(el número de visitas, por ejemplo), ante
cambios en este coste de disfrute. Con ello
tendríamos estimada la curva de demanda
del bien (Azqueta, 1994).
En cuanto al método de la Valoración
Contingente (contingent valuation) es un
método de estimación directa que puede
aplicarse a un abanico muy amplio de bienes
y servicios ambientales para los que no existe
un mercado real donde intercambiarse. El
instrumento fundamental de esta técnica de
valoración es una encuesta, mediante la cual
se crea un mercado hipotético donde la per-
sona encuestada representaría la demanda y
el encuestador la oferta. El encuestador ofre-
ce el bien objeto de valoración a un determi-
nado precio y la persona encuestada respon-
de afirmativa o negativamente a la acepta-
ción de la hipotética compra del bien al pre-
cio establecido.
La población objetivo que se quiere estudiar,
en este caso los usuarios del Parque, se ha es-
timado en torno a los 15.000 visitantes al
año. A partir de esta cantidad, y para un nivel
de error del 5%, se determinó la muestra re-
presentativa para la población objetivo en
función de la tabulación existente para la de-
terminación de muestras sacadas de una po-
blación finita, para diferentes márgenes de
error. La muestra obtenida tiene un tamaño
de 400 elementos de la población.
El cuestionario se elaboró en dos eta-
pas. En principio se realizó una encuesta
piloto a 30 visitantes del parque, para co-
nocer la postura de la gente ante el cuestio-
nario y eliminar en el diseño definitivo los
puntos conflictivos. De las 33 preguntas de
partida se eliminaron algunas y se introdu-
jeron ciertas modificaciones en relación con
la cantidad de dinero dispuesto a dar en
concepto de entrada al parque y al grado de
satisfacción que el visitante obtiene de la vi-
sita, quedando un total de 28 preguntas.
Esto contribuyó a reducir el tamaño de la
encuesta, aumentando su operatividad.
Tras el análisis de cada una de las cues-
tiones planteadas en la encuesta, se puede
concluir que la descripción del visitante ti-
po reúne las siguientes características:
· Persona joven (entre 20 y 49 años), con
nivel de estudios primarios y una renta men-
sual inferior a 901,52 Euros (150.000 pts).
· Procede de Córdoba capital (emplean-
do en el trayecto de ida un tiempo de 20
minutos aproximadamente; sin realizar nin-
guna parada) y acude al parque, para "pasar
un día en el campo" o para "ir de perol", en
coche propio con una media de 4 ocupan-
tes/vehículo.
· El número de visitas por año suele ser
de 3 y la duración de las mismas no supera
las 7,5 horas/día de media.
· La mayoría de visitantes coincide en
que se requiere una mejora de las instala-
ciones que ofrece el parque (cocinas, co-
lumpios, mesas, etc.).
Los resultados obtenidos con la valora-
ción de la recreación del Parque Periurba-
l
a zona de la Sierra de Córdoba conocida como Los
Villares es un espacio natural situado en las
proximidades de la ciudad, que goza
tradicionalmente de una fuerte demanda de uso
entre los cordobeses
38
ara
· tierra sur · experiencias
no de los Villares, contrastan con los obte-
nidos para los Parques Naturales de la Pro-
vincia de Córdoba (Ruiz, et al. 2001) y el
de la Sierra de Andújar (García et al.
2001), cuyos valores se recogen en la tabla
siguiente expresados en euros.
A continuación vamos a exponer las
conclusiones que se pueden obtener de los
resultados del estudio.
1.- Intentar valorar un recurso ambien-
tal, como es el caso del Parque Periurbano
de Los Villares, es una tarea complicada
pues carece de un valor de mercado bien
cuantificado. Esta difícil cuestión se solu-
ciona, en parte, especificando claramente
el tipo de valor que se trata de medir. Por
esta razón, se ha diferenciado entre el valor
de uso (recreativo) y el valor de no-uso (de
conservación o existencia).
2.- Los métodos empleados en la valo-
ración económico ambiental de este Par-
que, método del Coste de viaje y de Valo-
ración Contingente, presentan una base
teórica sólida pero los indicadores obte-
nidos son muy sensibles a los supuestos de
partida y a las simplificaciones introducidas.
3.- Con el método del Coste de viaje se
calcula un valor de uso que refleja el coste
real en el que incurre el individuo cuando
realiza la visita y el coste de oportunidad
del tiempo empleado. La ventaja de este
método es que se basa en las preferencias
reveladas, detectables y cuantificables,
frente a las preferencias expresadas en el
mercado hipotético, más difícil de validar.
4.- La principal ventaja del método de
Valoración Contingente es la cuantifica-
ción de valores de no-uso, y es el único
método que permite descubrir la compen-
sación exigida para permitir un cambio que
deteriore el bienestar, o renunciar a uno
que lo mejorara.
5.- El diseño del cuestionario, aunque
ha sido eficaz para alcanzar los objetivos
que se marcaron con ambos métodos de
valoración, puede ser mejorado para ase-
gurar una información de mayor fiabilidad.
6.-
Los resultados obtenidos tras la apli-
cación de esta metodología fueron los si-
guientes. El Parque Periurbano de Los Vi-
llares posee un valor de uso de 24.735.136
ptas. (148.661,16 euros) para el año 2001,
según el método del Coste del Viaje, y de
5.198.992 ptas. (31.246,571 euros) según
el método de la Valoración Contingente.
Un valor de no-uso de 334.754,22 euros,
55.698.416 ptas., es decir, de 18,87 euros
(3.139 ptas.) por persona y año, según el
método de Valoración Contingente. Con
estos valores podemos considerar un Valor
económico total (VET) del Parque Periur-
bano de Los Villares, medido por dos de
sus componentes, de 483.415,38 euros
(80.433.552 ptas.), considerando el Valor
de uso actual (VUA) obtenido por el mé-
todo del Coste del viaje y el Valor de exis-
tencia (VE) por el método de la Valora-
ción Contingente.
8.- En cuanto al valor unitario del ex-
cedente del consumidor, medido por el
coste del viaje con una cifra de 5,46 euros
(908 ptas.) y la disponibilidad para pagar
una entrada, para la que se obtiene una ci-
fra media de 1,76 euros (293 ptas.), pode-
mos decir que se encuentran entre los va-
lores que podemos ver para bienes con
mercado como puede ser la visita a un mu-
seo o la entrada por ver una película.
9.- El Parque está frecuentado mayori-
tariamente por personas procedentes de
Córdoba capital y su principal atractivo es
"pasar un día en el campo" o "ir de perol".
Podríamos decir que al ser de titularidad
estatal está muy asociado a la ciudad de
Córdoba, también por su proximidad, y
forma parte de su cultura cotidiana. Esto
queda reflejado en la realización del típico
"perol cordobés".
Bibliografía:
AZQUETA, D. (1994). Valoración económica
de la calidad ambiental. McGraw-Hill. Madrid.
CORPAS, F. (2001) Valoración económico-
ambiental del Parque Periurbano de los Villa-
res (Córdoba). Trabajo Profesional de Fin de
Carrera. ETSIAM. Universidad de Córdoba.
GARCÍA, J.A., CAÑAS, J.A. Y RUIZ, P. (2001)
Valoración económico ambiental del Parque
Natural Sierra de Andújar. Cámara Oficial de
Comercio e Industria de la Provincia de Jaén.
ROMERO, C. (1994). Economía de los recur-
sos ambientales y naturales. Alianza edito-
rial. Madrid.
RUIZ, P., CAÑAS, J.A. Y GONZÁLEZ, J.
(2001) Economía ambiental de los Parques
Naturales de Córdoba. Diputación Provincial
de Córdoba y Universidad de Córdoba.
Cuadro 1
.
CARDEÑA
MONTORO
20.000
324.000
30.000
234.000
HORNACHUELOS
28.000
650.000
60.000
1.008.000
SUBBÉTICAS
70.000
642.000
222.000
1.236.000
ANDÚJAR
25.000 42.000
78.000
1.800.000
LOS VILLARES
15.000
149.000
31.000
335.000
(*) Valores obtenidos en el año 2000
Parque Natural
Nº de visitantes
al año
Valor de uso
Coste del Viaje
(*)
Valoración Contingente
Valor de no uso
Valoración
Contingente
(*)


priamavera 2003 · tierra sur
41
40
ara
· tierra sur · experiencias
E
X
P
E
R
I
E
N
C
I
A
S
La actividad de FAECA abarca cualquier
asunto de interés para las cooperativas: se-
guimiento y difusión de la información so-
bre la reglamentación comunitaria, nacio-
nal y autonómica; asesoramiento sobre las
ayudas y subvenciones de las administra-
ciones autonómica, nacional y comunitaria
para la mejora de las infraestructuras, me-
dios de producción y comercialización; tra-
mitación de estas ayudas y subvenciones;
asesoramiento sobre fiscalidad, contabili-
dad y legislación laboral; ayuda para la
transformación de las cooperativas en
Agrupaciones de Productores Agrarios
(APAs). Cada una de estas tareas se des-
dobla, a su vez, en otras muchas; así, en el
caso de la comercialización, la Federación
promueve acuerdos comerciales con em-
presas públicas y privadas con el objetivo
de obtener mejores condiciones para los
productos de las cooperativas, para el su-
ministro de inputs de producción y tam-
bién para la financiación de sus operacio-
nes e inversiones.

Pero la labor de FAECA no acaba aquí.
La promoción del cooperativismo y la in-
tegración cooperativa es el fundamento de
su existencia y, para ello, FAECA se ocupa
de organizar jornadas informativas que sir-
van para impulsar el cooperativismo co-
mo la alternativa más recomendable y via-
ble para la agricultura y la ganadería anda-
luzas. Sin olvidar el trabajo de organiza-
ción de las cooperativas por sectores de
producción y el consiguiente asesora-
miento en política sectorial. Consciente
de la necesidad de trascender los ámbitos
autonómico y nacional, FAECA emprende
proyectos de cooperación con organiza-
ciones y empresas que forman parte de la
Unión Europea y con otros países no in-
cluidos en ella. Encuentros, cursos, jorna-
das y seminarios destinados a la formación
empresarial, técnica y cultural son activi-
dades en las que FAECA tiene ya una larga
experiencia.

En 1999 FAECA creó un nuevo servicio
que merece la pena destacar. Se trata del
departamento de Ingeniería de Calidad,
que se encuentra en las distintas sedes
provinciales de la Federación así como
en la sede regional de la misma. El reto
de la calidad es una de las principales
exigencias en el sector oleícola pero
también en el sector hortofrutícola y en
el de la aceituna de mesa, por sólo citar
algunos. En este campo se ha consoli-
dado la implantación de sistemas de ase-
guramiento de la calidad (ISO 9000) y
se han iniciado labores de representa-
ción en foros de calidad, como AENOR,
para la elaboración de normas UNE para
el aceite de oliva virgen extra y el agua-
cate para consumo en fresco. En dos
años, desde 1999 a 2001, el departa-
mento de Ingeniería de Calidad de FAE-
CA ha adquirido un prestigio tal que sus
servicios han sido solicitados fuera de
nuestra comunidad autónoma por alma-
zaras manchegas y catalanas en las que
se ha llevado a cabo la implantación del
sistema H.A.C.C.P.

FAECA
PROMOCIÓN DEL COOPERATIVISM
O EN ANDALUCÍA
L
a Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias
(FAECA) está dedicada a la defensa y promoción del coope-
rativismo en Andalucía. Tras un proceso de unos meses en los
que se formalizó su constitución y se llevó a cabo la afiliación
de sus cooperativas, inició sus actividades en 1996. La coope-
rativas afiliadas, que actualmente suman 637 y agrupan a un
total de 242.909 socios, están implantadas en todas las pro-
vincias andaluzas, alcanzando una facturación total de
2.284.013.675 euros.
Implantación por provincias
·
Provincia
Nº Coop.
Facturación (en Euros)
NºSoc
ALMERIA
55
646.666.172
14.054
CADIZ
38
78.956.106
9.198
CORDOBA
103
383.285.787
63.874
GRANADA
91
157.611.064
28.924
HUELVA
55
150.890.476
18.697
JAEN
100
308.651.301
46.610
MALAGA
102
253.125.721
35.631
SEVILLA
93
304.827.047
25.921
637
2.284.013.675
242.909
FAECA en cifras
·
Número de cooperativas por sectores y volumen de facturación
SECTORES
FACTURACIÓN (en Euros)
Nº COOP.
PORC BLANCO
20.161.775
7
PORC. IBERICO
8.577.929
4
VAC LECHE
88.194.577
19
VAC CARNE
1.662.337
3
OVINO
10.082.272
5
CAPRINO
8.330.235
13
HORT FRESCAS
656.482.156
83
TROPICALES
15.015.816
11
FRUTAS
39.534.596
22
CITRICOS
44.011.510
24
FH TRANSF
5.937.041
7
FRESAS
104.457.428
14
ESPÁRRAGOS
13.535.444
13
FLOR CORTADA
17.492.852
10
FRUTOS SECOS
14.759.271
25
VITIVINICOLA
46.793.151
37
ACEITE DE OLIVA Y ORUJO
736.611.679
305
CEREALES/HERBACEOS
80.256.876
86
APICOLA
0
ALGODON
34.719.478
14
ACEITUNA DE MESA
63.236.328
45
AVICOLA
8.548.930
8
SUMINISTROS
134.779.550
170
ARROZ
4.851.190
1
PIENSOS
122.211.576
27
TABACO
3.162.101
2
AZUCAR
136.332
2
CORCHO
471.246
1
TOTAL
2.284.013.675
958




tribuye directamente sus vinos en la Serra-
nía de Ronda, en la Costa del Sol y en
puntos concretos de otras zonas, que in-
cluyen establecimientos de Centroeuropa,
pero no depende de los grandes interme-
diarios. Su filosofía consiste en producir
poco pero de alta calidad, y consiguiente-
mente, de precio elevado. Con sus escasas
tres hectáreas de viñedos ecológicos puede
ganarse bien la vida, haciendo lo que le
gusta. Hoy, según explica, la contraetique-
ta de `ecológico' todavía resulta contrapro-
ducente, porque aún mucha gente identifi-
ca el vino ecológico con baja calidad, pero
poco a poco esa idea se va debilitando.
Hay bodegas muy conocidas que produ-
cen de forma ecológica, sin atraverse por el
momento a proclamarlo por miedo a una
reacción adversa de los consumidores.
Si desde las administraciones públicas
se incentivara más la producción ecológica
es posible que proliferaran vinos como los
de Federico, pero la PAC no subvenciona,
por ejemplo, el terreno destinado al cui-
dado de la tierra y la vegetación en las fin-
cas de viñedos ecológicos. Se trata de una
superficie no destinada a la producción,
pero necesaria par el cultivo ecológico.
De las 750 hectáreas de viñedos que
concedió el nuevo cupo de la Unión Euro-
pea a Andalucía, aproximadamente 140 se
otorgaron a la Serranía de Ronda, lo que
indica que se trata de una zona con gran
potencial en la producción de vinos. Ade-
más del vino, según explica Schatz, se po-
dría potenciar la elaboración de aguardien-
te, un producto que goza de gran tradi-
ción en la comarca, y que no encuentra
tampoco ningún apoyo. En otros países se
incentiva la producción artesanal de esta
bebida, y se puede envasar en pequeñas
botellas; en cambio en España el régimen
del destilador artesano/cosechero no lo
permite.
"Es una pena que en Andalucía en la ac-
tualidad no quede ni un solo destilador ar-
tesano/cosechero. Se trae el aguardiente
de otras partes cuando aquí existía una
gran tradición. En Benadalid, un munici-
pio de la Serranía de Ronda, se llegaron a
contar 17 alambiques. Existen fincas de fru-
tales en el valle del Genal, de cinco o seis
hectáreas, que empiezan a estar abando-
nadas porque el dueño se ha hecho viejo y
los hijos trabajan en la Costa del Sol. Y
quizá estarían mejor en su finca, cuidando
de los árboles, si tuvieran un medio de ob-
tener un buen rendimiento, como el que
les podría proporcionar la elaboración de
aguardiente".Federico Schatz piensa que tar-
de o temprano en estas montañas que esco-
gió para plantar sus viñedos la uva será la
base de una poderosa producción artesanal
de vinos y aguardientes, porque la razón lo
aconseja. En una cata celebrada en Córdoba
en 2002, entre más de 90 vinos, los suyos
obtuvieron las medallas de oro, plata y
bronce. Toda una confirmación.
primavera 2003 · tierra sur
43
42
ara
· tierra sur · experiencias
El primer vino ecológico de la provincia
de Málaga salió de una pequeña bodega
situada en la finca la Sanguijuela, a pocos
kilómetros de Ronda y cerca de las ruinas
romanas de Acinipo (tierra de vinos). Allí,
Federico Schatz, un alemán testarudo, lleva
muchos años trabajando para obtener un
vino ecológico que además sea un buen vi-
no. Y por lo que dicen en algunos estable-
cimientos especializados ya lo ha conse-
guido. Pero no está del todo satifecho por-
que, según asegura, todavía se puede hacer
mucho más para impulsar el desarrollo del
sector vitivinícola en la Serranía de Ronda,
mejorando por ejemplo algunos aspectos
de la legislación, como el relativo a las va-
riedades.
De los tiempos en los que estas tierras
estuvieron cubiertas de viñedos, antes de
que la filoxera acabara con ellos y obligara
a su sustitución, a finales del siglo XIX, no
queda apenas memoria. Y conseguir el re-
conocimiento y el aprecio de la zona como
productora de vinos está resultando una
tarea difícil. De todas formas, los momen-
tos más duros parecen haber quedado
atrás. El vino de la serranía de Ronda figu-
ra en la actualidad como una subzona pro-
pia dentro de la denominación de origen
Sierras de Málaga, que incluye también los
vinos de Manilva, La Axarquía, el Valle del
Guadalhorce y Mollina. La obtención del
distintivo de Subzona representa un pri-
mer paso para una posible denominación
de origen propia, que serviría para destacar
las cualidades específicas y diferenciadas
de sus vinos.
Los vitivinicultores de la comarca se
han fijado como objetivo común, por en-
cima de la marca y de la bodega propia, al-
canzar un distintivo de calidad que reco-
nozca el valor y la singularidad de su pro-
ducción. Así lo expresa Schatz en un per-
fecto castellano de intenso acento anda-
luz. Este alemán, de estirpe bodeguera, que
a los 18 años decidió establecer su residen-
cia y sus viñedos en la Serranía de Ronda,
vive en un bonito cortijo, entre plantacio-
nes que le sirven para autoabastecerse de
los alimentos imprescidibles. Es un hombre
que no parece necesitar mucho de los de-
más, pero si entabla conversación, puede
estar hablando sin desmayo durante horas.
Hablando, naturalmente, de vino.
Vinos blancos, tintos y rosados
En su bodega se crían vinos blancos, tintos
y rosados. A él le gustaría seguir probando
con nuevas variedades de uva pero la Junta
de Andalucía obliga a plantar exclusiva-
mente aquellas que considera autóctonas,
lo cual, en su opinión, es un grave error,
entre otras cosas porque resulta muy com-
plicado determinar cuáles son esas varie-
dades autóctonas. El viticultor debe em-
plear cinco años para determinar si unas
variedades son adecuadas: los tres años que
tarda una cepa en desarrollarse y los dos de
barrica, y al no tener libertad de elección,
incrementa sus riesgos y limita las posibili-
dades de los vinos.
Las viñas más viejas de la bodega
Schatz se plantaron en el 82 y la primera
añada es de 1997. Desde entonces se ob-
tiene una producción aproximada de
15.000 botellas al año, cantidad suficiente
para alcanzar la rentabilidad, si el vino está
bien valorado en el mercado, como es el
caso. El 70% del vino que se produce es
tinto, el 25%, blanco, y el 5%, rosado, vi-
nos de añada (monovarietales y `coupage'),
que se venden en botellas de 0,75 litros,
después de una crianza de tres a 24 meses.
F. Schatz no solo se ha mostrado como un
experto vitivinicultor, sino también como
un empresario inteligente, que ha dado con
el modo de vender bien su mercancía. Dis-
F
ederico Schatz está consiguiendo que se deje de identificar
vino ecológico con vino de escasa calidad, y no parará ade-
más hasta lograr que la Serranía de Ronda, donde decidió plan-
tar sus viñas y fijar su residencia hace ya 20 años, figure entre
las denominaciones de origen más prestigiosas de España.
La bodega de Federico Schatz
Vino ecológico de la Serranía de Ronda
a
demás del vino, se podría
potenciar la elaboración
de aguardiente,
un producto que
goza de gran tradición
en la comarca
E
X
P
E
R
I
E
N
C
I
A
S




44
ara
· tierra sur · experiencias
LA AGRICULTURA ECOLÓGICA EN LA
SERRANÍA DE RONDA
En la Serranía de Ronda la agricultura ecológica va ganando terreno
en los últimos años, sobre todo desde que el Grupo de Desarrollo
(CEDER) empezó a asesorar y colaborar con los productores, agri-
cultores y ganaderos, mostrándoles las ventajas para el medio am-
biente y también para los propios cultivos que puede tener esta
forma de trabajar la tierra. Carmen Ramírez, responsable del Grupo
en esta área, es la responsable del Grupo en esta área, afirma que el
olivar y el castañar son los cultivos que se transforman con más fa-
cilidad. En el caso del olivar la cooperativa aceitera ya está regis-
trada como ecológica pero todavía no existen suficientes kilos de
aceitunas calificados y, por tanto, es necesario esperar a que en los
próximos años los olivares que están en proceso de transformación
obtengan el certificado del CAAE. La castaña es un fruto que tam-
bién se puede producir de forma ecológica sin mayores problemas y
ya existe una cooperativa de segundo grado ecológica, pero sufre
muchas plagas. Desde hace un año la Universidad de Córdoba, con
la que se firmó un convenio, viene estudiando soluciones para ello.
Son muchas las iniciativas que está impulsando el Ceder para ex-
tender la agricultura y la ganadería ecológica en la Serranía de Ron-
da, desde la organización de jornadas informativas o de viajes para
asistir a ferias al asesoramiento a todos los niveles (subvenciones y
ayudas, procesos de producción, etc). Esto en cuanto a los produc-
tores. Pero no solo dirigen su actividad a ellos. También tratan de in-
fluir en el consumo, convenciendo a la gente de la ventajas de los
alimentos ecológicos. Promueven, por otra parte, la cooperación
entre agricultores, ganaderos y consumidores, un aspecto funda-
mental, según explica Carmen Ramírez, para el avance de la agri-
cultura ecológica.
Tras la firma de un convenio con el ayuntamiento de Ronda, han con-
seguido dedicar una finca --el cortijo San Juan-- a la investigación.
Este año se ha sembrado forraje para el ganado y se tiene intención
de didicarla a herbáceos para demostrar a la gente la viabilidad de
los cultivos (modo de cultivar, plan de rotación,...). De esta forma se
pretende ofrecer una salida a la tierra de herbáceos, que en estos
momentos es muy poco rentable. También se está investigando en la
finca en procesos de compostaje del alperujo, que ayudarían a aca-
bar con un grave problema medioambiental.
ALMERÍA
01 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DE
LA COMARCA DEL LEVANTE
ALMERIÉNSE
Ctra.Bedar, Km. 0,3
04280 Los Gallardos. Almería
Tel. 950469383 Fax 950469343
[email protected]
02 ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN Y
DESARROLLO DE LA COMARCA DE LOS
VÉLEZ (APROVELEZ)
Cútar, 4
04820 Vélez Rubio. Almería
Tel. 950 412 527 Fax. 950 412 527
cdr [email protected]
www.losvelez.com
03 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA COMARCA FILABRÉS-
ALHAMILLA
Glorieta de las Angustias, s/n
04200 Tabernas. Almería
Tel. 950 365 031 Fax. 950 362 872
[email protected]
04 ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN
ECONÓMICA Y EL DESARROLLO RURAL
DE LA ALPUJARRA-SIERRA NEVADA
Plaza Mayor de la Alpujarra, 1
04470-Laujar de Andarax. Almería
Tel. 950 514 161 Fax. 950 514 163
[email protected]
Lora Tamayo, 17. 18400-Orgiva. Granada
Tel. 958 784 340 Fax. 958 784 326
[email protected]
05 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL
ALMANZORA
Estación de Renfe. Avda.del Almanzora, 2
04850 Cantoria. Almería
Tel. 950 436 677 Fax. 950 436 668
[email protected]
CÁDIZ
06 ASOCIACIÓN GDR GRUPO DE
DESARROLLO RURAL DE LOS
ALCORNOCALES
C/ Los Pozos, s/n. Edf. Antiguo Colegio
"Juan Armario".
11180-Alcalá de los Gazules. Cádiz
Tel. 956 413 183 Fax. 956 413 371
c.alcornocales@cdr tcampos.es
www.alcornocales.org
07 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL DEL
LITORAL DE LA JANDA
C/ Marqués de Tamaron, 10.
Edificio Casa de la Cultura.
11150 Vejer de la Frontera. Cádiz
Tel. 956 447 000 Fax. 956 447 504
[email protected]
www.jandalitoral.org
08 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL
SIERRA DE CÁDIZ
Castillo Palacio los Ribera.
Plaza del Alcalde José González, s/n.
11640- Bornos. Cádiz
Tel. 956 729 000 Fax. 956 728 263
sierra.cadiz@cdr tcampos.es
09 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA COMARCA DE JEREZ
Plaza del Ayuntamiento, s/n
11570 La Barca de la Florida. Cádiz
Tel. 956 390 766 Fax. 956 390 749
[email protected]
www.jerezrural.com
CÓRDOBA
10 ASOCIACIÓN GRUPO DE DESARROLLO
RURAL VALLE DEL ALTO GUADIATO
C/ Maestra, 36
14290 Fuente Obejuna. Córdoba
Tel. 957 585 265 Fax. 957 585 150
[email protected]
11 ASOCIACIÓN DESARROLLO DEL
GUADAJOZ Y CAMPIÑA ESTE DE
CÓRDOBA
C/ Mesones, 8. 14850 Baena. Córdoba
Tel. 957 691 766 Fax. 957 690 899
[email protected] www.adegua.com
12 ASOCIACIÓN ADROCHES PARA EL
DESARROLLO RURAL DE LA COMARCA
DE LOS PEDROCHES
Ronda los Pedroches, s/n
14460 Dos Torres. Córdoba
Tel. 957 135 014 Fax. 957 135 015
[email protected]
13 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL
SIERRA MORENA CORDOBESA
Vereda, 73 14350 Cerro Muriano. Córdoba
Tel. 957 350 273 Fax. 957 350 743
[email protected]
www.sierramorena.org
14 ASOCIACIÓN GRUPO DE DESARROLLO
RURAL DE LA SUBBÉTICA CORDOBESA
C/ Aradillo, 4. Plta. 2ª.
14940. Cabra. Córdoba
Tel. 957 529 271 Fax. 957 525 917
[email protected]
www.gdrsubbetica.com
15 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DEL MEDIO GUADALQUIVIR
Plaza de los Pósitos, 1, 1ª planta
14730 Posadas. Córdoba
Tel. 957 630 972 Fax. 957 630 877
[email protected]
16 ASOCIACIÓN "GRUPO DE ACCIÓN
LOCAL CAMPIÑA SUR"
Av. de las Camachas, s/n. (Antiguas insta-
laciones CIATESA). 14550 Montilla. Córdoba
Tel. 957 664 106 Fax. 957 664 104
[email protected]
www.red-adeco.com
GRANADA
17 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DEL ARCO NORESTE DE LA VEGA
DE GRANADA
C/ Barrio, 35 (edif. Ayuntamiento)
18184 Beas de Granada. Granada
Tel. 958 546 306 Fax. 958 546 318
[email protected]
18 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA COMARCA DE GUADIX
Benavides, s/n. Antigua Biblioteca
18500 Guadix. Granada
Tel. 958 665 191 Fax. 958 665 070
[email protected]
www.comarcadeguadix.com
19 ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN
ECONÓMICA DE LOS MONTES
C/ Real, 1. 18560 Guadahortuna. Granada
Tel. 958 383 403 Fax. 958 383 158
[email protected]
www.apromontes.com
20 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
SOSTENIBLE DEL PONIENTE GRANADINO
C/ Duque de Valencia, 9.
18300 Loja. Granada.
Tel. 958 325 033 Fax. 958 327 100.
[email protected]
www.ponientegranadino.org
ASOCIACIONES DE DESARROLLO RURAL (ADR) DE ANDALUCÍA MIEMBROS DE ARA
primavera 2003 · tierra sur
45

primavera 2003 · tierra sur
47
21 ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN
ECONÓMICA DE LA VEGA-SIERRA
ELVIRA
C/ Dr. Jiménez Rueda, 1
18230 Atar fe. Granada
Tel. 958 434 313 Fax. 958 434 314
[email protected]
22 ASOCIACIÓN GRUPO DE DESARROLLO
RURAL DEL ALTIPLANO DE GRANADA
C/ Mayor. Edificio Cer vantes
18830 Huéscar. Granada
Tel. 958 742 314 Fax. 958 742 309
[email protected]
www.altipla.com/ceder/info/index.htm
23 ASOCIACIÓN PARA LA PROMOCIÓN
ECONÓMICA DEL VALLE
LECRÍN-TEMPLE
Pablo Iglesias, 22.
18640 Padul. Granada
Tel. 958 790 379 Fax. 958 773 369
[email protected]
www.aproteco.com
HUELVA
24 ASOCIACIÓN GRUPO DE DESARROLLO
RURAL DE LA SIERRA DE ARACENA Y
PICOS DE AROCHE
Colmenitas, s/n.
21200 Aracena. Huelva
Tel. 959 126 279 Fax. 959 128 961
aracena@cdr tcampos.es
www.leader-aracena.es
25 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA CUENCA MINERA
Carretera Bellavista, 52
21660 Minas de Riotinto. Huelva
Tel. 959 591 184 Fax. 959 591 584
[email protected]
www.cuencaminera-riotinto.com
26 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL DEL
CONDADO DE HUELVA
Polígono Industrial El Corchito.
Parcela 41
21830 Bonares. Huelva
Tel. 959 364 814 Fax. 959 364 813
[email protected]
www.mancomunidadcondado.com
27 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DEL ANDÉVALO OCCIDENTAL
C/ Ricos, 21.
21520 Alosno. Huelva
Tel. 959 396 061 Fax. 959 396 171
[email protected]
28 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL INTEGRAL DE LA COSTA
OCCIDENTAL DE HUELVA
C/ San Pedro, 60. (traseros de la OCA).
21450 Car taya. Huelva
Tel. 959 390 324 Fax. 959 390 207
[email protected] www.adricoh.com
JAÉN
29 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL COMARCA `SIERRA DE CAZORLA'
Plaza del Ayuntamiento, 17
23460 Peal del Becerro. Jaén
Tel. 953 731 489 Fax. 953 731 903
[email protected]
www.comarcasierracazorla.com
30 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL
SIERRA DE SEGURA
C/ Mayor, s/n. 23370 Orcera. Jaén
Tel. 953 482 131 Fax. 953 480 416
[email protected]
www.lasierradesegura.com
31 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DE
LA CAMPIÑA NORTE DE JAÉN
C/ Estación, s/n.Edificio Renfe
23730 Villanueva de la Reina. Jaén
Tel. 953 548 266 Fax. 953 548 267
[email protected] www.prodecan.org
32 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA SIERRA SUR DE JAÉN
C/ Egido, s/n. 23150 Valdepeñas de Jaén.
Jaén. Tel. 953 310 317 Fax. 953 310 216
[email protected]
www.comarcasierrasurdejaen.com
33 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE SIERRA MÁGINA
Posadas, s/n. 23120 Cambíl. Jaén
Tel. 953 300 400 Fax. 953 300 177
[email protected]
34 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
SOCIOECONÓMICO DE LA LOMA Y LAS
VILLAS
C/ Parque de Velázquez, 4. 23410 Sabiote.
Jaén. Tel. 953 774 400 Fax. 953 774 075
[email protected]
www.datalogic.es/~adlas/
35 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL DEL
CONDADO DE JAÉN
Plaza Mayor, 15
23250 Santiesteban del Puer to. Jaén
Tel. 953 401 340 Fax. 953 401 414
[email protected]
MÁLAGA
36 GRUPO ACCIÓN LOCAL GUADALTEBA
Parque Guadalteba.
Ctra. Málaga-Campillos, km. 11.
Peñarrubia, s/n.
Aptdo. Nº 78
29320 Campillos. Málaga
Tel. 952 713 004 Fax. 952 713 450
[email protected]
www.guadalteba.com
37 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
RURAL DE LA COMARCA NORORIENTAL
DE MÁLAGA
C/ Santo Domingo, 49
29300 Archidona. Málaga
Tel. 952 716 552 Fax. 952 717 528
[email protected]
38 GRUPO DE ACCIÓN Y DESARROLLO
LOCAL DE LA COMARCA DE
ANTEQUERA
C/ Capitán Velasco, nº 7. 1ª Planta
29531 Humilladero. Málaga
Tel. 952 737 496 Fax. 952 737 464
[email protected]
www.antequera.com
39 GRUPO DESARROLLO RURAL VALLE DEL
GUADALHORCE
C/ Dehesa, 80.
29560 Pizarra. Málaga
Tel. 952 483 868 Fax. 952 483 869
[email protected]
www.valledelguadalhorce.org
40 ASOCIACIÓN GRUPO DE
DESARROLLO RURAL DE LA SIERRA DE
LAS NIEVES
Calle del Pozo, 17.
29410 Yunquera. Málaga
Tel. 952 488 511 Fax. 952 482 944
[email protected]
www.sierranieves.com
41 ASOCIACIÓN CENTRO DE DESARROLLO
RURAL DE LA SERRANÍA DE RONDA
C/ Armiñan, 24 B.
29400 Ronda. Málaga
Tel. 952 872 747 Fax. 952 872 746
[email protected]
www.serraniaronda.org
42 ASOCIACIÓN CENTRO DE DESARROLLO
RURAL DE LA AXARQUÍA
C/ Dr. Gómez Clavero,19
29719 Benamocarra. Málaga
Tel. 952 509 727 Fax. 952 509 728
[email protected]
46
ara
· tierra sur · grupos de desarrollo
SEVILLA
43 ASOCIACIÓN DE MUNICIPIOS
PARA EL DESARROLLO RURAL
INTEGRAL DE LA SERRANÍA SUROESTE
SEVILLANA
Poligono Industrial Camino Hondo.
Centro de Empresas Marchena.
C/ Albañilería, 7.
41620 Marchena. Sevilla
Tel. 955 847 064
Fax. 954 843 519
[email protected]
44 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
DE LA CAMPIÑA Y LOS ALCORES DE
SEVILLA
Edificio Hytasa.
C/ Camino de Marruecos, s/n.
41410 Carmona. Sevilla
Tel. 954 190 093
Fax. 954 196 011
[email protected]
45 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
DEL CORREDOR DE LA PLATA
Plaza Pozuelos, s/n. 41860 Gerena. Sevilla
Tel. 955 782 356 Fax. 955 783 096
[email protected]
www.corredorplata.com
46 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO
LOCAL DE LA COMARCA DEL BAJO
GUADALQUIVIR (ADELQUIVIR)
Ctra.Lebrija-Las Cabezas,
Camino de San Benito-Finca San José, s/n
41740 Lebrija. Sevilla
Tel. 955 869 100 Fax. 955 869 160
[email protected]
www.bajoguadalquivir.org
47 ASOCIACICIÓN DESARROLLO RURAL
SIERRA MORENA SEVILLANA
Edificio Los Escolares, 2ª Planta
41370 Cazalla de la Sierra. Sevilla
Tel. 954 884 560 Fax. 954 884 591
[email protected]
48 ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DE
LA COMARCA DE ALJARAFE-DOÑANA
Marqués de Santillana, 64.
41840 Pilas. Sevilla
Tel. 955 753 820 Fax. 955 753 093
[email protected]
49 ASOCIACIÓN DESARROLLO RURAL
ESTEPA SIERRA SUR
Avda. Badia Polesine, s/n.
Edif. Multifuncional
41560 Estepa. Sevilla
Tel. 954 820 000 Fax. 955 915 759
[email protected]
50 ASOCIACIÓN COMARCAL GRAN VEGA
DE SEVILLA
Avda. del Guadalquivir, 77 B
41320 Cantillana. Sevilla
Tel. 955 730 061 Fax. 955 730 419
[email protected]
www.gvs.es/granvega/proyecto.htm



Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA)
Edificio. Eurocei. Autovía Sevilla-Coria del Río, km. 3,5
41920. San Juan de Aznalfarache (Sevilla). Ap. Corr. 76
Tel 954 179 210. Fax 954 179 218
[email protected] www.andaluciarural.org
Consejería de Agricultura y Pesca
Junta de Andalucía
C/ Tabladilla, s/n. 41071 Sevilla
Tel. 955 032 000
www.cap.junta-andalucia.es
En Andalucía hay mucho campo...
...para la gente emprendedora
Los Grupos de Desarrollo Rural se han convertido en una pieza básica en el gran proyecto de Andalucía para el siglo XXI.
Su labor de apoyo a la gente emprendedora está produciendo magníficos resultados. ARA es su Asociación: la Asociación
que los representa, la Asociación que trabaja para todos ellos, la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía.